Taiwán, Trump y nosotros

Taiwán, Trump y nosotros

Donald Trump contactó a la Jefa del Gobierno de Taiwán y luego puso en dudas la política norteamericana de reconocer a una sola China que ha estado vigente desde Richard Nixon. Así amplía su fichero para sus negociaciones bilaterales con China, que luce serán muy conflictivas.
Una de las reacciones chinas fue lograr que la islita de Saint Tomé, en la costa africana, dejase de reconocer a Taiwán y se pasase a China, reduciendo así a solo 20 los “paisitos” que todavía tienen relaciones con Taiwán y que incluyen varios países centroamericanos y el nuestro.
Hace unos 10 días tanto la prensa inglesa como el Miami Herald norteamericano reportaron que la República Dominicana iba a reconocer a China Continental. Tanto la prensa dominicana como nuestra propia cancillería hicieron mutis ante la sensacional noticia.
Alarmada, la Jefa de Gobierno de Taiwán tomó un avión y visitó la semana pasada los cuatro países centroamericanos que reconocen a la isla, buscando seguridades de que se mantendrán fieles. No vino a Santo Domingo, ya sea porque ya estuvo aquí para la juramentación de Danilo Medina en agosto pasado, donde logró la reiteración del compromiso dominicano, o porque ya da nuestro caso como perdido.
Aunque desde hace tiempo presumiblemente hemos abogado por reconocer a China, como lo hizo Costa Rica hace unos años, no creemos que este es el momento para ese cambio, dado el seguro conflicto que va a surgir entre China y un Trump que quiere acusar a ese país de maniobrar su moneda y también quiere obstruir sus exportaciones a Estados Unidos. China, por su lado, no quiere que Estados Unidos reconozca a Taiwán.
Cambiando el tema, entre los diputados norteamericanos que optaron por no ir a la juramentación de Trump estuvo Adriano Espaillat, de origen dominicano, ya que consideró ofensivo los ataques del presidente contra los hispanos. Sin embargo, el dominicano Luis Abinader optó por aceptar la invitación que logró a través del ex Alcalde Rudolph Guiliani. Un error.
Trump amenaza con tomar medidas que perjudicarán a nuestro país, desde tratar de limitar nuestras exportaciones a través de aranceles, hasta reducir la cantidad de dominicanos que puedan migrar legalmente al norte. Al limitar también a los haitianos que opten por migrar nos perjudicará igualmente, ya que eso crearía más presión para que los haitianos ingresen ilegalmente a nuestro país. Ese pleito no debemos echarlo solos, ya que esos mismos problemas los tienen los centroamericanos, socios nuestros en el DR-CAFTA. Consecuentemente, desde ya deben iniciarse los contactos con los centroamericanos para un cabildeo común. La reunión de la Celac el 24 de enero en Punta Cana, a la cual asisten cuatro presidentes centroamericanos, podría servir para una primera reunión. Trump se fijará más en el caso centroamericano, por ser mayores sus problemas migratorios y de más incidencia en Washington. Solos no lograremos nada.
A la toma de posesión de Trump fueron invitados todos los ex presidentes norteamericanos, Carter, Bush hijo, Clinton y Obama. Bush padre no estuvo por estar hospitalizado. ¿Por qué a la toma de posesión de Danilo Medina de agosto pasado no fueron invitados Hipólito Mejía y Leonel Fernández? ¿Somos una democracia tan débil?

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