Taras que frenan el desarrollo

Taras que frenan el desarrollo

Una variable muy relevante en el desarrollo de un país es la proporción de sus ciudadanos que está formalmente integrada a los medios de producción o se capacita para integrarse. En el caso nuestro, según datos del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), el hecho de que ni trabajen ni estudien la cuarta parte de nuestros 2.7 millones de jóvenes entre 14 y 35 años, es una tara que ralentiza el desarrollo.

Como el país está entre  los que tienen mayor número de habitantes en el segmento con edades entre 14 y 35 años, necesita desarrollar esfuerzos extraordinarios para vencer la tara que representa ese alto número de jóvenes sin empleo y sin oportunidad de preparación. Es  necesario multiplicar el esfuerzo que desarrolla el Gobierno, a través de INFOTEP y con asistencia de UNFPA, para preparar jóvenes para su primer empleo.

Sonia Vásquez, representante auxiliar del  UNFPA, ha dicho en el almuerzo semanal del Grupo de Comunicación Corripio, que esta gran  cantidad de jóvenes indica que es alto el   número de personas en capacidad productiva y de prepararse para garantizar un estado de vejez independiente. Esto significa que hay que multiplicar las oportunidades necesarias para aumentar la proporción de jóvenes con empleo y en vías de preparación para integrarse a la vida productiva.

Un llamado que merece respaldo

La sociedad dominicana, a través de todas sus organizaciones, tiene que cobrar conciencia de su deber de trabajar para contrarrestar los altos índices de violencia de género, que en nuestro país alimenta dolorosas estadísticas de feminicidio y hostilidad familiar. Debe sentirse convocada a apoyar con firmeza el llamado que en ese sentido ha hecho la ministro de la Mujer,  Alejandrina Germán, para que  hagamos un   esfuerzo colectivo para erradicar o disminuir la violencia contra la mujer.

A través de las iglesias, las escuelas y las diversas organizaciones de la sociedad, es necesario trabajar para ir despojando al país de una notabilidad que provoca tanto dolor en nuestras familias, tanta orfandad. La violencia de género tiene entre sus raíces la pérdida de cohesión de la unidad familiar. Las causas están debidamente identificadas. Acojamos este llamado para luchar contra este estado de cosas.

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