Te enseñamos a prevenir la litiasis
del riñón o cálculo renal

Te enseñamos a prevenir la litiasis<BR> del riñón o cálculo renal

Muchas personas sufren de insuficiencia renal crónica (IRC), enfermedad con la cual los riñones dañados no pueden eliminar los desechos de la sangre como deberían. La insuficiencia renal es gradual y generalmente permanente. No obstante, un tratamiento temprano puede disminuir los efectos o evitar dicha enfermedad. Sus causas más comunes son: presión arterial alta, diabetes y cardiopatías.

Millones de personas están en riesgo y, sin embargo, poco se sabe de ella. Al igual que muchas otras enfermedades, la insuficiencia renal crónica no se manifiesta de manera evidente y por ello es importante reconocerla y tratarla a tiempo. “Generalmente en sus primeras etapas es asintomática”, dijo el nefrólogo Vince Carsillo. “Es muy común que la gente no tenga síntomas de IRC sino hasta que ya está avanzada la enfermedad”. Esos síntomas pueden incluir calambres e hinchazón en las piernas y tobillos, cansancio y debilidad, náusea, vómito y hormigueo.

Para detectar esta enfermedad, la Fundación Nacional del Riñón recomienda a las personas con diabetes o presión alta– o con antecedentes familiares de ambos– someterse a tres sencillas pruebas de detección al año:

– Dos de las causas más comunes de la insuficiencia renal son la hipertensión y la diabetes, así que es recomendable revisar la presión sanguínea. “Si es mayor a 140/90, generalmente es necesario tratarla con medicamento. El Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre (NHLBI, por sus siglas en inglés) recomienda que la gente con insuficiencia renal haga cambios en su estilo de vida y utilice medicamento para mantener la presión por debajo de 130/80.

Revisión de proteína o albúmina en la orina: la presencia de un tipo de proteína llamada albúmina es el primer indicio de insuficiencia renal.

-Una prueba de sangre para calcular el índice de filtración glomerular (IGF), que mide la función renal. El IGF de una persona es el mejor indicador de cómo están funcionando los riñones, según el NHLBI. Un IGF por arriba de 90 o más es normal. Una persona cuyo IGF se mantiene por debajo de 60 durante tres meses consecutivos tiene insuficiencia renal crónica.

Es difícil que la insuficiencia renal crónica pueda curarse pero si es detectada en sus primeras etapas se puede hacer que los riñones funcionen por más tiempo.

A continuación algunas medidas que deben tomarse para prevenir la insuficiencia renal crónica:

-Controle la presión sanguínea. Esto se puede lograr con medicamentos.

-Cambie su estilo de vida: los riñones dañados podrían no separar los desechos de la proteína. Algunos médicos recomiendan que los pacientes limiten la ingesta de proteína de manera que los riñones tengan menos trabajo que hacer. También se debe vigilar el consumo de alcohol, sodio, potasio y colesterol.

-Deje de fumar: el cigarro aumenta el riesgo de padecer insuficiencia renal y también puede provocar un ataque al corazón o apoplejía en los pacientes con IRC.

-Trate su anemia. Una de las principales causas de la anemia es una disminución de la hormona EPO o eritropoyetina, la cual puede hacer que una persona se sienta cansada.

 Un riñón saludable produce EPO. Un riñón enfermo podría no producir suficiente, en cuyo caso el paciente con IRC podría requerir inyecciones de EPO.

Evite las piedras del riñón. Los cálculos que se forman en el interior de los riñones pueden ser verdadera pesadilla debido a que generan incapacidad, dolor e infecciones en vías urinarias. Es posible eliminarlos con ayuda de medicamentos e intervención quirúrgica, pero también gracias a una alimentación especial que a continuación detallamos.

La litiasis renal, también denominada urolitiasis o nefrolitiasis, es una enfermedad generada por la presencia de cálculos o “piedras” en el interior de los riñones y uréteres (canales que conducen a la orina hacia la vejiga), y que de acuerdo con estadísticas mundiales afecta a 2 de cada 1,000 personas. Asimismo, se estima que esta condición puede ser tan común que 5% de las mujeres y 10% de los hombres la habrán experimentado al menos una vez antes de llegar a los 70 años de edad.

El problema se origina, en gran medida, porque la sangre se satura de sales minerales u otras sustancias que al acumularse dan lugar primero a cristales y luego a los cálculos, que pueden ser microscópicos o alcanzar tamaños superiores a 2 centímetros. Esto ocurre debido a factores hereditarios (ciertas alteraciones renales se transmiten de padres a hijos), beber poca agua, baja actividad física, deshidratación en época de calor y alimentación inadecuada.

Esto último ha llamado la atención de numerosos estudios en materia de Nutrición, a través de los cuales se ha determinado que una dieta baja en minerales, proteínas, grasas y azúcares ayuda tanto a prevenir como a tratar este problema y evitar recaídas. Más aun, ahora sabemos que la efectividad de un régimen es mucho mayor cuando se sabe qué mineral genera las “piedras” (oxalato cálcico, fosfato cálcico, ácido úrico, estruvita o cistina), pues de esta manera es más preciso elegir el menú de cada día de acuerdo a las necesidades personales.

Diagnóstico preciso.  Los cálculos alojados en los riñones pueden pasar inadvertidos hasta que comienzan a descender por los uréteres, ya que entonces producen molestias como cólico nefrítico (dolor muy intenso debajo de las costillas y en la zona baja de la espalda que se dirige hacia abdomen y genitales), dolor lumbar (menos fuerte y localizado en la espalda), hematuria (sangre en la orina debido a lesiones en riñón y uréteres) e infecciones (el flujo inadecuado de orina permite el establecimiento de microorganismos y éstos, a su vez, favorecen la formación de sustancias que se solidifican).

Por ello, es hasta la aparición de alguno de estos signos que el paciente asiste al nefrólogo o urólogo, quien determina la gravedad del problema con base en preguntas sobre hábitos y antecedentes en la familia, observación detallada de los síntomas y pruebas que incluyen análisis de orina para detectar minerales vinculados con la formación de cálculos y la posible presencia de sangre; también es importante que el paciente se someta a la toma de rayos X del abdomen o a ultrasonido (técnica que utiliza ondas sonoras para tomar imágenes del interior del organismo) a fin de determinar la localización y tamaño de las piedras. Una vez que se obtienen los resultados se delimita el tratamiento a seguir, que por lo regular contempla el uso de analgésicos para aliviar las molestias, así como fármacos que disuelven a los cálculos y facilitan su desalojo por la orina si son pequeños.

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Mantener una buena limpieza de los genitales: para evitar las infecciones de … puede ayudar a evitar la formación de piedras en el riñón o favorecer la expulsión de …. La dieta desintoxicante o para desintoxicarse en 24 horas puede. …

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Dieta para las piedras del riñón. Evite los alimentos como las bebidas alcohólicas; … Un paciente con las piedras del riñón debe evitar los alimentos, …

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Medicamentos para prevenir litiasis

La  clave

El tipo de piedra más común contiene calcio. El calcio que no se usa para los huesos y los músculos pasa a los riñones formando la piedra. La combinación más común son las piedras de oxalato de calcio.Una piedra tipo estruvita puede formarse después de una infección del sistema urinario. Estas piedras contienen el mineral magnesio y el producto de desperdicio, amoníaco. Una piedra de ácido úrico se puede formar cuando hay demasiado ácido en la orina. Si tiene la tendencia a formar piedras de ácido úrico, puede ser que tenga que reducir la cantidad de carne que come.Las piedras de cistina son poco comunes y es una condición hereditaria.

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