Trump y el caso de Rusia.– Tenía previsto describir los últimos episodios violentos que sacuden a Venezuela, pero los traspiés que continúa dando el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, han centrado la semana. Trump que inició su mandato en enero pasado con la promesa de levantar un muro en la frontera con México para frenar los inmigrantes, anular la reforma de salud de Obama, expulsar a los musulmanes y desatar una guerra comercial con China; así como la de revisar el Tratado de Libre Comercio, mantiene su disgustos con la prensa, y una falta de coordinación con los voceros de la Casa Blanca, creando un decir y desdecir, y sobre todo, enredándose cada día más en el caso de Rusia, y su supuesta intromisión en la campaña.

El caso de James Comey, del FBI.– La nota que colmó al pueblo estadounidense y ha tenido una repercusión internacional, fue la destitución la semana pasada del director del Buró Federal de Investigaciones (FBI), James Comey, quien investigaba los supuestos afanes de Rusia para influir en las elecciones. El caso involucra al exasesor de Seguridad Nacional de Trump, Michael Flynn, vinculado con representantes del Kremlin. Comey quería determinar hasta dónde llegarían los tentáculos rusos, y Trump lo quitó. Sobre el tema el congresista republicano por Michigan, Justin Amash, quien favorece un “impeachment” o proceso de destitución contra el presidente, acusó a Trump de obstruir la justicia.

Los datos secretos.– Otra polémica contra Trump esta semana es que compartió datos secretos con el ministro de relaciones exteriores de Rusia, Serguei Lavrov, al revelarle que el Estado Islámico, grupo que busca crear un califato con Irak y Siria, planea usar ordenadores portátiles para atentar contra aviones. Fuentes aseguran que la información se la dio Israel a EEUU de forma confidencial. En medio de la tormenta, el Departamento de Justicia designó al exdirector del FBI, Robert Muller, como “fiscal especial” para supervisar la indagatoria de la agencia sobre la supuesta intromisión de los rusos en las pasadas elecciones. Trump calificó la designación de Muller como una “cacería de bruja”, pero es bueno esperar los resultados, y estar atento a la próxima carta de Trump.