Alex Rodríguez se despidió anoche de los Yanquis de Nueva York luego de casi 12 años con la organización que lo adquirió en un cambio desde los Rangers de Texas.
Una carrera de 22 temporadas que aun no se ha definido como final por los rumores de que intentaría un chance más para llegar a los 700, Rodríguez fue definido como un gran trabajador por ex dirigentes y compañeros.

«Alex fue un gran trabajador, un genuino fanático del juego y poseía una tremenda habilidad”, dijo su ex dirigente Joe Torre.

Esa gran habilidad lo llevó a conectar 696 cuadrangulares en esas 22 temporadas, a pasar de los 3,000 indiscutibles y a registrar algunos de los mejores números de toda la historia.

Las controversias a su alrededor, desde sus contratos millonarios que lo llevaron a ganar US$420 millones en ese tiempo, hasta sus dos confesiones de uso de esteroides, sin duda alguna que también fueron parte de todo ese paquete.

“El es uno de los mejores jugadores en pasar por el juego. Es un tipo que trabajaba duro, nunca he visto a nadie trabajar más que él”, dijo Robinson Canó.
Rodríguez cambió de posición, del campo corto a la tercera base al llegar a los

Yanquis, para no chocar con Derek Jeter.

“He pasado 22 años jugando en contra, con él o viéndolo desde lejos y hay dos cosas que sobresalen más para mi: las conversaciones que tuvimos de jóvenes cuando queríamos una oportunidad de jugar en MLB y el campeonato que ganamos juntos en el 2009”, comentó Jeter.

“La gente no se da cuenta el tiempo y esfuerzo que Alex le pone a cada partido, todos los días. El vive y respira béisbol”.

Algo parecido dijo el lanzador Andy Pettitte, otro compañero de los Mulos del Bronx.

“Tuve la oportunidad de ver a Alex como jugador joven y supe inmediatamente que iba a ser especial. Siempre me divertí al competir en su contra, pero realmente disfruté tener la oportunidad de jugar a su lado en Nueva York. Fue clave en que ganáramos la corona en el 2009. Le deseo lo mejor a él y su familia”, dijo Andy Pettitte.

“Alex no solo fue uno de los mejores jugadores del mundo, sino también uno de los más inteligentes en el terreno de juego. Fue una gran combinación”, agregó Jorge Posada.

Y el cerrador Mariano Rivera sentenció: “Fue un privilegio para mi jugar con Alex. Con su preparación y étíca de trabajo, vi lo mucho que le preocupaba el juego y ayudar a que este equipo ganara. Fue un gran compañero y lo adoro”.