El abogado Hugo Tolentino Dipp afirmó ayer que el presidente del Tribunal Constitucional, Milton Ray Guevara, enfatizó que el país reconoce la competencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos desde el 25 de marzo de 1999.
En una carta al director de este diario, Bienvenido Álvarez Vega, Tolentino Dipp afirma que lo hizo en un acuerdo suscrito en 2012, con el presidente de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, Diego García-Soyán. A continuación el texto.
Con las honrosas excepciones de los jueces Katia Miguelina Jiménez, Ysabel Bonilla y Hermógenes Acosta, el Tribunal Constitucional, liderado por su presidente, Milton Ray Guevara, ha dictado una sentencia, que es todo un lamentable ejemplo de incoherencia y doblez.
Y esto así, porque mientras en el pasado reciente Ray Guevara reconoció oficialmente la competencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, justo en estos días el Tribunal Constitucional ha pronunciado una sentencia declarando todo lo contrario:
La “inconstitucionalidad del Instrumento de Aceptación de la Competencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos suscrito por el Presidente de la República Dominicana el diecinueve (19) de febrero de mil novecientos noventa y nueve (1999)…”
En efecto, en noviembre de 2012, el presidente del Tribunal Constitucional, doctor Milton Ray Guevara y el presidente de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, doctor Diego García-Soyán, suscribieron un “Acuerdo Marco de Colaboración” en el que enfatizan:
“Que la República Dominicana es parte de la Convención Americana sobre Derechos Humanos desde el 19 de abril de 1978 y que aceptó la competencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos el 25 de marzo de 1999. Consecuentemente, sus principios y disposiciones, forman parte del derecho interno de la República Dominicana, por mandato mismo de su Constitución”.
El presidente de la Corte firmó ese acuerdo en San José, Costa Rica, el 21 de noviembre, y el presidente del Tribunal Constitucional lo hizo en Santo Domingo, el 29 de noviembre.
Más claro… Mayor reconocimiento que el plasmado en ese acuerdo marco es imposible concebirlo y otorgarlo. Ahora bien, no solo la frase citada del pacto es todo reconocimiento y fraternidad frente a la Corte, sino que varias de sus disposiciones conllevan una obvia validación de su competencia en nuestro país.
Sin embargo, amparándose en motivos insostenibles en cualquier instancia imparcial y sin ningún pudor el Tribunal Constitucional, con su novísima sentencia 0256/14, ridiculiza y hace burla del expresidente Leonel Fernández, autor en 2012 de ese instrumento; pone en aprietos y se burla una vez más del Gobierno.
Burla la Convención Interamericana sobre Derechos Humanos y su Corte, a miles de dominicanos ratificándoles su apatridia; se burla reiteradamente de la Ley de Migración; de la Constitución y, al desgaire, burla su palabra empeñada en ese Acuerdo Marco de Cooperación, es decir, burla su credibilidad.