Para ellos, que estaban esperando un candente sol, el clima les pareció una bendición. Soplaba una brisa fría, atípica en esta tierra caribeña. Y los vestigios de la lluvia anterior, regalaban una imagen limpia.

Aquella mañana, en el Guavaberry Golf & Country Club, los clientes y ejecutivos del grupo Reservas, apostaban por una jornada divertida en la II Copa Invitacional Banreservas.

Por eso, tras el desayuno ligero, propio de los grandes deportistas, Tomás Hungría, gerente general del club, convocó a los entusiastas participantes, a prestar toda su atención al acto que daría inicio formal al torneo.

Su intervención fue para presentar a Manuel Lara Hernández, administrador General de Banreservas, quien luego de dar la bienvenida a los jugadores, les habló sobre los cambios positivos que han surgido a raíz del proceso de transición hacia una nueva imagen.

“Nuestro nuevo slogan “Mi vida está cambiando, mi banco también”, es la mejor manera de dar apertura a este torneo, pues hace tres años había tan sólo, un jugador de golf en todo el grupo. El año pasado en la primera Copa Banreservas, participaron 112 jugadores. Este año somos 124 golfistas”, afirmó el administrador.

Destacó además, la presencia de clientes y representantes de La Romana y la región del Cibao, y posteriormente, Willy Pumarol, director técnico del Torneo, marcó las pautas a seguir, señalando el formato “Scramble”.

Cuando el reloj avanzaba hacia las nueve, Manuel Lara Hernández realizó el saque de honor que marcó el comienzo de la II Copa Invitacional Banreservas.

Así, durante más de tres horas, los jugadores demostraron sus habilidades en el campo de golf y cuando regresaron al área de la piscina, exhaustos y hambrientos, les esperaba un bufé compuesto por carnes a la parrilla, pasta a la carbonara, ensalada verde, parmesana de berenjena, panecillos y arroz amarillo.

Al final, se entregaron los premios y trofeos a los ganadores de los diferentes equipos, y se realizaron sorteos de regalos diversos.