Lima, EFE. Los 1,8 millones de personas que son víctimas de trabajo forzoso en América Latina y el Caribe generan ganancias anuales por 12.000 millones de dólares a sus explotadores, señaló ayer la directora de la OIT para la región, Elizabeth Tinoco.
La representante para América Latina y el Caribe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) dio estas cifras durante la inauguración de una reunión en Lima de delegaciones de Brasil y Perú con el objeto de diseñar un proyecto de cooperación conjunta para luchar contra el trabajo forzoso. Tinoc dijo en la inauguración que el trabajo forzoso genera ganancias por US$150.000 millones anuales, de los que la mayor parte, 99.000 millones de dólares, provienen de la explotación sexual comercial. El Gobierno de Brasil reconoció 1995 la existencia del trabajo forzoso.