Trajes de la huerta, verduras que se comen y se visten

Trajes de la huerta, verduras  que se comen y se visten

MADRID. -Cebollas, ajos, pimientos, puerros, brócoli, lombardas o guisantes son algunas de las verduras que saltan de la huerta a la pasarela para rendir homenaje a diseñadores de la talla de Balenciaga, Alexander McQueen o Coco Chanel, y de paso, instalarse en el Museo del Traje de Madrid.
“Verduras que se comen y que también se visten”, dijo ayer a Efe la directora y profesora de la Escuela Superior de Diseño de la Rioja (ESDIR), quien asegura que “detrás de estos diseños hay talento y muchas horas en vela”.
Idea. Un conjunto de 16 trajes confeccionados con vegetales de la huerta riojana de Calahorra dan vida a “Verduras de moda. Diseños de la Pasarela Ciudad de la Verdura”, una exposición en la que se ven reproducciones de los modelos más representativos del diseñador español Cristóbal Balenciaga, del británico Alexander McQueen y la francesa Coco Chanel.
Para confeccionar estas prendas, los alumnos del segundo curso del Grado de Moda de ESDIR han empleado kilos y kilos de pimientos secos, lombardas, puerros, guisantes, ajos, alubias de Tolosa, garbanzos, tomates cherry, guindillas, cebollas, espárragos verdes o laurel recogidos de la tierra.
Y con estos ingredientes confeccionan vistosos, llamativos e ingeniosos vestidos como el compuesto con piel de ajo y coliflor para interpretar un traje de novia de Balenciaga.
En la muestra llama la atención un modelo por encima de la rodilla con cuello a la caja hecho con vainas de guisantes, así como otro cosido con pimientos rojos secos.
Concepto. Curioso resulta el traje realizado con la piel de la cebolla y garbanzos, un diseño que imita una propuesta de McQueen. “El objetivo de este desfile es crear un vestido con productos hortofrutícolas que imite al original escogido previamente”, puntualiza esta profesora, quien adelanta que el próximo año se rendirá homenaje a Christian Dior.
“Detrás de estas creaciones hay muchas puntadas y un trabajo de investigación por parte de los alumnos para conseguir que las verduras perduren en el tiempo”, asegura Cristina García, quien ha ideado una serie de “máquinas caseras” para deshidratar las verduras y ayudar a sus alumnos.

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