COTABATO, Filipinas. AFP. Una tregua excepcional, durante el tiempo de un combate…de boxeo: los rebeldes musulmanes del sur y las fuerzas gubernamentales filipinas bajarán sus armas y fijaran sus miradas en Las Vegas (Estados Unidos) para el ‘Combate del siglo’ entre el héroe nacional Manny Pacquiao y Floyd Mayweather, este sábado.
Los rebeldes del Frente Moro Islámico de Liberación (MILF, por sus siglas en inglés), el grupo armado más grande del país, verán la pelea el domingo (sábado en Estados Unidos) en un campamento de la provincia de Maguidanao (sur).
«Apoyamos el deporte…vamos a apoyar a los dos. No tomamos partido», declaró Ghadzali Jaafar, vicepresidente del MILF. Aunque es consciente de «que algunos miembros de la organización están del lado de Pacquiao».
Miembros o no del MILF tendrán la posibilidad de asistir a la proyección del combate en un recinto estrictamente vigilado, a unos pocos kilómetros del principal campamento del grupo rebelde.
Las fuerzas gubernamentales con base en Maguindanao verán el combate en un gimnasio.
El gobierno entabló conversaciones de paz con los rebeldes separatistas musulmanes para poner fin a un conflicto que duró decenas de años y dejó miles de muertos. Este acuerdo prevé la creación de una región autónoma en el sur del país, considerado por los cinco millones de musulmanes filipinos (sobre 100 millones de habitante) como la tierra de su ancestros.