Cuando Rosmery Cruz veía las noticias sobre los feminicidios en el país, se horrorizaba, pero nunca pensó que esa realidad le tocaría a su familia. La mujer, residente en Chile, tuvo que retornar a República Dominicana al enterarse de que su hija Steisy Cordero Cruz murió a manos de su expareja, Alexander Hernández.
“Yo no sabía que iba a pasar por esto. Veía las noticias de todo lo que está pasando aquí, pero no creí que me iba a tocar a mí”, expresó la mujer, quien asegura que Hernández mató a su hija porque no quería seguir por celoso.
Ayer, la jueza Leonarda Quezada, de Atención Permanente de Santo Domingo Oeste, impuso tres meses de prisión preventiva como medida de coerción a Alexander Hernández, confeso homicida, a cumplir en la cárcel de Najayo.
Pero la familia, aunque está conforme con la imposición de la medida, no así con la investigación.
Cuestionaron que a pesar de que Hernández hace mención de otras tres personas que estuvieron con la joven momentos antes de su muerte, estos no han sido llamados para investigación como tampoco, dicen, ha sucedido con el taxista, Samuel Familia, quien ayudó a Hernández a deshacerse del cuerpo.
Según la Policía Nacional, Hernández al momento de su apresamiento confesó que mató a Cordero Cruz porque esta lo contagió de VIH, pero la familia niega esta versión.
Según Yajaira Cruz, tía de la víctima, el propio Hernández se hizo en noviembre una prueba de VIH que salió negativa.
Cordero Cruz fue encontrada muerta el 11 de diciembre en unos matorrales en Los Alcarrizos. tenía 20 años y dejó en la orfandad a un niño de cinco años.