Un promedio de bateo de por vida de .318, con 449 cuadrangulares y 1496 remolcadas, además de 2,590 indiscutibles llevaron al dominicano Vladimir Guerrero al Salón de la Fama de Cooperstown, convirtiéndose ayer en el tercer quisqueyano en conseguir su boleto para el museo de los inmortales.
Se une así a Pedro Martínez y a Juan Marichal como los únicos dominicanos en alcanzar el más alto pilar de la historia del béisbol.
Con una carrera que comenzó con los Expos de Montreal, Guerrero se convirtió en el primer jugador de posición nacido en territorio dominicano en entrar a la inmortalidad.
Lo hizo demostrando una fiereza impresionante en el plato, que le mereció un premio al Jugador Más Valioso de la Liga Americana (2004), además de múltiples lideratos en categorías ofensivas.
Cuatro veces conectó 200 ó más hits y en una ocasión fue el líder de imparables del viejo circuito.
Dos veces pegó más de cuatro jonrones y ocho veces más de 30.
Nueves veces integrante del Juego de Estrellas, en 16 años en las Grandes Ligas Guerrero jugó para Montreal, los Angelinos de Los Angeles, los Rangers de Texas y los Orioles de Baltimore, siempre destacándose como un bateador temible, con un brazo de cañón en el jardín derecho.
Pedro Martínez. Entró a Cooperstown en el 2015, al aparecer en 500 de las 549 boletas que se emitieron, para un 91.1 por ciento.
Martínez fue un tres veces ganador del premio Cy Young de la Liga Americana y en su cúspide el mejor lanzador de todo el negocio.
Ganador de 219 partidos, Martínez perdió apenas 100 juegos y tuvo una efectividad de por vida de 2.93, con 3,154 ponches.
Cinco veces fue líder de efectividad, tres veces el mejor en ponches y ocho veces integrante del Juego de Estrellas.
En sentido general, desde finales de los 90 y hasta mediados de los 2000, con los Dodgers, Expos, Medias Rojas, Mets y Filis, nadie fue mejor o más intimidante que Pedro en un montículo de las Grandes Ligas y toda una joya.
Juan Marichal. El Dominican Dandy, Marichal pasó a formar parte del Salón de la Fama de Cooperstown en 1983, en su tercer año en la boleta.
Su pleito con John Roseboroa afectó al hombre que ganó 243 partidos y completó 244.
Tuvo una efectividad de por vida de 2.89 y abanicó 2,303.
Marichal ganó 20 ó más partidos seis veces en su carrera y nueve veces tuvo efectividad por debajo de 3.00.
En una época de pitcheo, Marichal estuvo entre los mejores y fue al Juego de Estrellas en ocho oportunidades.
Por tres décadas fue el único dominicano en el Salón de la Fama de Cooperstown.
La llegada de Martínez en el 2015 le puso fin a esos 32 años sin exaltaciones parsa los dominicanos y tres años más tarde Guerrero se une al grupo.
De ahora en adelante, se agregarán más nombres con David Ortiz, Adrián Beltré y Albert Pujols en el panorama para un futuro no muy lejano.