People wave for rides as cars and trucks line up to enter Mexico from the U.S., at a border crossing in El Paso, Texas, Friday, March 29, 2019. Threatening drastic action against Mexico, President Donald Trump declared on Friday that he is likely to shut down America's southern border next week unless Mexican authorities immediately halt all illegal immigration. Such a severe move could hit the economies of both countries, but the president emphasized, "I am not kidding around." (AP Photo/Gerald Herbert)
El presidente Donald Trump desistió de su amenaza de cerrar la frontera de Estados Unidos con México, y en su lugar advirtió ayer que impondría aranceles en los automóviles producidos en México a menos que su vecino del sur haga algo más para frenar el flujo de migrantes que llegan a Estados Unidos.
Trump comentó a los reporteros que trataría de tomar una “medida menos drástica» antes de recurrir a la amenaza que había hecho anteriormente.
“México entiende que vamos a cerrar la frontera o que voy a imponer aranceles a los automóviles. Haré una o la otra, y probablemente me decida por los aranceles», dijo el mandatario en la Casa Blanca. Fue un cambio drástico para Trump, quien la semana pasada tuiteó que cerraría la frontera o largas secciones de ella esta semana a menos que México detuviera inmediatamente “toda la inmigración ilegal que viene a Estados Unidos». En ese momento, Trump dijo “no estoy bromeando», y su jefe de despacho interino, Mick Mulvaney, dijo durante una entrevista televisiva transmitida el domingo que se requeriría “algo espectacular» para que Trump no cerrara los cruces fronterizos. Desde entonces, tanto asesores de la Casa Blanca, como gobernantes de ciudades fronterizas estadounidenses y economistas han alertado que una acción de ese tipo tendría enormes consecuencias económicas para ambos lados de la frontera, interrumpiendo las cadenas de suministro y aumentando los precios.