President Donald Trump waves to members of the media on the South Lawn of the White House in Washington, Wednesday, May 8, 2019, before boarding Marine One for a short trip to Andrews Air Force Base, Md., to travel to Florida to visit with those affected by Hurricane Michael and attend a rally. (AP Photo/Andrew Harnik)
El presidente de EE.UU., Donald Trump, recurrió ayer a su poder ejecutivo para bloquear la petición de la oposición demócrata de acceder a la versión sin tachaduras del informe del fiscal especial Robert Mueller sobre la trama rusa, en un desafío al Congreso que podría acabar en los tribunales.
Por primera vez en su mandato, Trump invocó el “privilegio ejecutivo”, una doctrina que permite al presidente de Estados Unidos evitar la difusión de materiales que utiliza la rama ejecutiva, con el fin de evitar que los demócratas revisen el informe íntegro de Mueller, cuya versión editada se publicó el mes pasado.
“Ante el flagrante abuso de poder del congresista (demócrata Jerrold) Nadler, y por petición del fiscal general, el presidente no tiene otra opción que invocar su privilegio ejecutivo”, anunció la portavoz de la Casa Blanca, Sarah Sanders, en un comunicado.
Nadler, que preside el Comité Judicial de la Cámara Baja de EE.UU., había solicitado al Departamento de Justicia revisar la versión original del informe de Mueller -incluidos los tramos confidenciales- y algunos documentos relacionados.
“Estamos en una crisis constitucional”, dijo Nadler este miércoles a los periodistas en el Congreso estadounidense.
“Este es un ataque a la capacidad del pueblo estadounidense de saber lo que está haciendo la rama ejecutiva. Es un ataque a la esencia de nuestra democracia”, añadió el congresista.
La versión censurada del informe de Mueller, publicada en abril por el Departamento de Justicia, concluye que no hay pruebas de que el entorno de Trump colaborara con Rusia durante su campaña electoral en 2016, pero también arroja dudas sobre una presunta obstrucción a la Justicia por parte del mandatario.
Para resolver esos interrogantes, la oposición demócrata había solicitado revisar a puerta cerrada el informe original, amparándose en el deber constitucional de la rama legislativa de supervisar al Ejecutivo en Estados Unidos.