Trump llama en ONU desmantelar producción drogas y su adicción

Trump llama en ONU desmantelar producción drogas y su adicción

El presidente Donald Trump habla durante la Asamblea General de las Naciones Unidas, el lunes 24 de septiembre de 2018, en la sede de la ONU. Ese mismo día se difundió una entrevista en la que el mandatario estadounidense dice que no apoyará la estadidad de Puerto Rico mientras sus críticos sigan en el gobierno de la isla. (AP Foto/Evan Vucci)

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, pidió ayer en la ONU cooperación internacional para “desmantelar la producción de drogas” y acabar con el “flagelo” de la adicción que cada año cuesta la vida a millones de personas en todo el mundo.
“El flagelo de la adicción a las drogas sigue cobrándose demasiadas vidas en Estados Unidos y en las naciones de todo el mundo. Hoy nos comprometemos a luchar juntos contra la epidemia de drogas”, afirmó hoy Trump durante una reunión de líderes internacionales en la sede de la ONU. En ese encuentro, el mandatario presentó una declaración titulada “Llamamiento global a la acción sobre el problema mundial de las drogas”, suscrita por 130 países, entre ellos varios latinoamericanos, como Colombia, México, Argentina, Perú, Honduras, Paraguay y Chile.
En ese documento, los signatarios se comprometieron a implementar “planes nacionales de acción” destinados a reducir la demanda de drogas mediante iniciativas educativas, acabar con la producción de estupefacientes, fortalecer la cooperación contra el narcotráfico y ampliar el tratamiento a la adicción. “Como saben, el tráfico de drogas ilícitas está relacionado con el crimen organizado, los flujos financieros ilegales, la corrupción y el terrorismo”, subrayó Trump, que pidió a los firmantes frenar el “contrabando que proporciona el sustento financiero a los violentos carteles trasnacionales».
En ese sentido, defendió sus propias medidas para “asegurar la frontera” con México, aunque no mencionó el polémico muro que quiere construir en el límite común. La declaración fue promovida por Estados Unidos, que desde la llegada de Trump al poder ha priorizado la lucha contra los analgésicos opiáceos, que cada día dejan 175 muertos por sobredosis en ese país, según datos de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC).
El abuso de esta sustancia en EE.UU. es fruto de las políticas de los médicos y empresas farmacéuticas que durante años recetaron con frecuencia potentes analgésicos, como el Oxycontin, el Percocet o y el Vicodin, sustancias que ahora también llegan a territorio estadounidense a través de México y China.

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