CARMEN MATOS
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La Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) está obligada a descentralizar su estructura, tanto en la sede como en los centros regionales, para garantizar la formación de sus más de 160,00  estudiantes.

La iniciativa, debe abarcar también a los departamentos y facultades, como lo sugiere el informe sobre Políticas Nacionales de Educación de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), dado a conocer recientemente.

En el capítulo que dedica el documento a la universidad estatal, se establece que la misma es una institución académica “claramente ingobernable”, porque aunque tiene autonomía para el diseño de programas y requisitos académicos, no ejerce un control real sobre su presupuesto e  inversiones.

Afirma que las universidades autónomas deben tener  autoridad y competencia para manejar sus recursos financieros, permanecer abiertas a la evaluación externa, ser transparentes en el uso de recursos públicos y responder con eficacia a las necesidades de educación de la sociedad.

Además agrega que “su autonomía no puede estar cimentada en lo político o en disposiciones jurídicas, debería en cambio basarse en la provisión permanente, de los productos y servicios que la sociedad espera”.

Centros regionales.  La UASD tiene actualmente 12 centros regionales diseminados en todo el país, los cuales  funcionan como “simples extensiones de los cursos y carreras ofrecidas en la sede central”.

En ese sentido, proponen que algunos centros se limiten a ser institutos vocacionales con programas académicos de dos años y que  otros provean nuevas versiones de las carreras regulares, de acuerdo con las necesidades de la comunidad.

Puertas abiertas. La política de admisión abierta que se emplea actualmente en la UASD para incrementar la equidad y brindar acceso a estudiantes de escasos recursos, crea una carga adicional de frustración y pérdida de tiempo en los demás estudiantes.

Muchos no pueden completar sus programas de estudio debido a la falta de compatibilidad entre los recursos  intelectuales y económicos que tienen disponibles y el tipo de apoyo que obtienen de la universidad.

Admisión de profesores.  La OCDE critica que sólo los profesores de la UASD pueden concursar para  nuevas plazas docentes cuando estas se presentan y no mediante pruebas públicas.

También lamentan que una vez admitido, el profesor de la UASD no puede ser despedido salvo circunstancias excepcionales.

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Recomendaciones

1. Pasar de una estructura centralizada a una descentralizada, dando mayor autonomía a las sedes regionales en la creación y gestión de sus programas.

 2. Permitirle a las diferentes unidades académicas y departamentos elaborar sus propios programas de extensión e investigación.

  3. Combinar el sistema  de admisión abierta  con procedimientos selectivos.

4. Hacer de la investigación una actividad normal de la universidad, contratando a investigadores para la docencia y fomentando la investigación entre el personal docente.

 5. Mejorar la gestión de los recursos humanos llenando plazas vacantes mediante concurso abierto, no limitados al personal docente existente.