La Academia de Ciencias y la Comisión Ambiental de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) señalaron ayer que aunque la carretera San Francisco de Macorís-Río San Juan no entra en la Reserva Científica Loma Quita Espuela, atraviesa una cadena de montañas por lugares frágiles y vulnerables lo que acarreará deslizamientos de terrenos, sedimentarán los ríos, arroyos y afectará la calidad del agua que surten a acueductos de la zona.

Es por tanto que pidieron al Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales y a la Procuraduría General de la República detener la carretera y encaminar acciones legales para reparar los daños infringidos a esta importante zona ecológica.

Mediante comunicado, ambas entidades indicaron que ante la denuncia pública sobre la construcción de la carretera en los alrededores de la reserva, realizaron una inspección “in situ”, y comprobaron que no se trata de un simple trillo o camino vecinal, sino una carretera con una anchura normal para el paso de dos vehículos.

Lamentaron que dada la magnitud de la inversión en esta obra, sin culminar, es preocupación que no cuente con permiso ambiental que ha debido ser previo a su iniciación, en franca violación a la Ley 64-00 de Medio Ambiente y Recursos Naturales.

Más aún, señalan, porque el trazado de la carretera atraviesa zonas de alta fragilidad, muy próximo tanto a Quita Espuela como a la reserva privada El Zorzal, en la porción este de la Cordillera Septentrional, una de las regiones más lluviosas y sensibles de la República Dominicana.

Obra peligrosa. Afirman que dada la magnitud de la inversión prevista, las pocas y exiguas ventajas y beneficios que de ella se desprenden, en comparación con los daños irreversibles, la obra resulta “peligrosa y no recomendable”.

Advierten como peligro inminente que acarrearía esta obra, es que desde que una zona es atravesada por una carretera con estas características, se abren espacios, facilidades y medios para que se originen desplazamientos y asentamientos humanos, construcciones, que al hacerse en la proximidad de la reserva científica, terminarán en la generación impactos negativos para su integridad ecológica.

“Esta carretera, trazada irracionalmente por esta zona montañosa, impactará negativamente a una de las regiones de mayores riquezas biológicas en la que se conserva una importante muestra de los bosques pluviales de mediana altura que queda en la cordillera Septentrional”, expresa el documento.

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Evaluar daños

La Academia de Ciencias y la UASD recomiendan la creación de una comisión técnica multidisciplinaria que evalúe la magnitud y el alcance de los impactos ambientales que esta obra ha provocado, que establezca el nivel de responsabilidad de los actuantes, y brindar informaciones básicas para la instrumentación de acciones legales para que esta violación no quede impune.

Arrabalización

Apunta que con una carretera de esa magnitud se formarían cordones de miseria en sus trayectos, ampliación de la frontera agrícola, contaminación de las aguas, que arruinarían el paisaje y convertirían exuberantes zonas boscosas en terrenos desolados.