UBI RIVAS – Inadmisible

UBI RIVAS – Inadmisible

El presidente Hipólito Mejía remitió al Senado un proyecto de ley para un empréstito (otro más! (Dios mío! para equipar las Escuelas Vocacionales de las Fuerzas Armadas por US$46 millones, mientras que también se anunció el mismo día, 12 del presente mes, la adquisición de 20 aeronaves, incluidas helicópteros con nuevas pistas, por una suma indeterminada.

Ocurren estos dos despropósitos en momentos en que los hospitales públicos carecen de lo indispensable para atender a la población desvalida del país, estimada en un 80%, es decir, unos 6.5 millones de dominicanos, y en que la Unidad de Quemados del hospital Darío Contreras está cerrada por falta de recursos.

Ocurren estos dos atentados a la sensatez, el comedimento, la cordura, en momentos en que funcionarios de la Secretaría de Educación, denuncian que apenas ha recibido en once meses del presente año el 57% de los $11 mil millones que tiene presupuestados asignados.

Explica Educación que de $400 millones que tenía asignados para el capítulo de Infraestructura Escolar, apenas recibió la mitad, y con la suma global pretendía concluir siete mil aulas, de manera de mitigar las denuncias que apreciamos casi a diario en reportajes de los medios de comunicación donde nos muestran niños y adolescentes recibiendo docencia debajo de los árboles, sentados en el suelo, porque no hay infraestructuras ni butacas.

Sucede esto en el gobierno de un presidente que se ufanó en reiterar que su meta principal consistía en la educación, que debió ser, en un agrónomo como el gobernante, fortalecer un proceso agroindustrial, pero que no ha resultado ni lo uno ni lo otro, sino desvencijamiento de ambos, con un milagrero standard de la macroeconomía, y con un déficit presupuestario de $101 mil millones vía quiebra de bancos y Panam 03.

Cierto que nuestros institutos armados requieren de equipos nuevos y numerosos, especialmente para destinarlos a gestiones de persecución del narcotráfico, que nos aflige y daña a todos, es verdad, pero mucho más a Estados Unidos, que es el país más clandestinamente comprador y consumidor.

Entonces lo correcto, he insistido siempre, sería procurar, con lobbistas criollos sin remuneración, excedentes de equipos que por montones disponen Estados Unidos para donarlos al país para esos menesteres, pero resulta que donados no hay comisión, y ahí está el detalle.

La prioridad número uno de nuestros institutos armados, además de la profesionalización que se ejecuta de manera excelente, en dotarlos de la unidad de tiro, es decir, uniformalizar que los fusiles sean uno solo, con un calibre único, y no varios tipos de fusiles con varios calibres y/o tiros.

Eso involucra unos 30 mil fusiles, que deben ser obtenidos sin prisa, pero sin pausa, porque además del problema del narcotráfico, el país está irremisiblemente abocado a enfrentar algún día, quieran las circunstancias que no, pero será que sí, por la fuerza, el asunto de la invasión pacífica de nacionales haitianos que cada día se radican de manera permanente en nuestro territorio, amenazando la soberanía nacional con un exceso de población extraña, que es la auténtica y perversa fusión de la isla propuesta por Estados Unidos, Canadá, Francia y Venezuela.

Es el llamado Plan Exodo, cuya copia reposa en nuestros nutridos archivos.

Las prioridades de la seguridad nacional, inesquivable, deben acoplarse a otras necesidades más perentorias, para que no se frustren propósitos fundamentales y cardinales en las miras ciclópeas de responder por orden, a los retos mayúsculos que nos cuestionan, hoy.

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