Bloomberg.

La Unión Europea está en un aprieto político al analizar la medida sin precedentes de imponer sanciones a España y Portugal por no respetar los límites del déficit de presupuesto.

La Comisión Europea busca la aprobación de los ministros de economía para proponer multas y la suspensión de parte del financiamiento de la UE para el desarrollo regional después de llegar a la conclusión de que España y Portugal tomaron medidas inadecuadas para reducir el déficit. Si los ministros de economía responden positivamente al pedido la semana entrante, la comisión tendría veinte días para proponer una serie de sanciones. Las multas podrían llegar al 0,2 por ciento del producto interno bruto de los países, mientras que el posible congelamiento de los fondos regionales podría ser de hasta el 0,5 por ciento de su PIB.

La UE tiene tres opciones generales, que implican distintas consideraciones estratégicas.

Palos si lo haces. Como el escepticismo de la gente respecto a los poderes supranacionales de la UE está en aumento en Europa y la economía europea aún tiene dificultades para salir de la crisis de la deuda, imponer sanciones a países de la zona euro podría ser económicamente contraproducente y provocar más rechazo público a Bruselas.

Si bien el descontento de los votantes europeos ha quedado de relieve con más claridad fuera de la zona euro con la decisión de dejar la UE de 28 naciones que tomó el Reino Unido el mes pasado, la presión populista existe en toda la zona euro de 19 países.

Las sanciones podrían fortalecer el apoyo a las fuerzas anti-establishment que tienen aún menos respeto por el chaleco de fuerza fiscal de la UE que los gobiernos actuales de Madrid y Lisboa.

Palos si no lo haces. Después que cinco países de la zona euro, incluidos España y Portugal, debieron recibir ayuda internacional de emergencia y luego de robustecer las normas europeas que limitan el déficit fiscal al 3 por ciento del PIB, la UE podría perder su credibilidad como inspector fiscal si no pone en marcha las sanciones contra España y Portugal.

Esto podría volver a dar la apariencia de laxitud que surgió hace más de una década cuando Alemania intervino políticamente para eludir una advertencia presupuestaria de Bruselas, dando a las capitales de la zona euro la impresión de que en definitiva todo vale.

El riesgo de dejar a España y Portugal sin castigo podría verse aumentado por una lucha de poder entre la UE y otro estado miembro del sur –Italia- por los bancos.

El gobierno italiano insiste en que la comisión le dé libertad de acción respecto de normas de la UE que limitan la ayuda estatal para recapitalizar Banca Monte dei Paschi di Siena SpA y otras entidades de préstamo sin imponer pérdidas a los acreedores.

Eludir la cuestión. Por su complejidad y oscuridad, las normas de conducción económica de la UE dejan a los reguladores y políticos un amplio margen para hacer concesiones. Eso no es una excepción en lo que hace a la etapa final de sancionar a los países por su presupuesto tras años de advertencias.

Si bien la multa por defecto es de 0,2 por ciento del PIB, la comisión puede invocar “circunstancias económicas excepcionales”.