Este país fuera otro muy distinto, sin tantas lacras y falencias propias del subdesarrollo y la pobreza, si cada vez que un político ha abierto la boca para proponer, con el argumento inapelable de que es lo que más le conviene al país, tal o cual solución a cualquiera de nuestros incontables problemas, hubiera actuado en consecuencia. Y es que nuestros políticos confunden con demasiada facilidad, desde que se encaraman en el poder, los intereses del país con los propios o los de su partido, que en las dictaduras y los gobiernos prolongados pueden terminar siendo la misma cosa, y trujillistas, reformistas y peledeístas, a los que ahora se acusa de haberse constituido en un Partido-Estado, saben muy bien de lo que estoy hablando. Todo esto a propósito de unas declaraciones que leí en el periódico, en las que el Ministro Administrativo de la Presidencia, José Ramón Peralta, afirma que sin importar si las primarias son abiertas o cerradas se impondrá en su aprobación (¡atención Franklyn Almeyda!) lo que más le convenga al país y a la democracia dominicana. Por venir de quien viene la afirmación, y los intereses que representa, la pregunta brotó, de manera espontánea, en mi cerebro. ¿Lo que más le convenga al país y el sistema democrático o al danilismo, que desde ahora quiere dejar una ventana abierta para colar la reelección? El tiempo traerá, más temprano que tarde, la respuesta, así como no hay plazo que no se venza ni deuda que no se pague. Pero en lo que esa respuesta llega que me perdonen mis lectores, y también el Ministro Administrativo de la Presidencia, si insisto en que viviéramos en una sociedad muy distinta, sin tantas lacras del pasado, si los políticos que nos han gobernado hubieran dicho la verdad, únicamente la verdad, cada vez que proclamaron que tomaron la decisión que más le convenía a este fallido paraíso tropical colocado en el mismo trayecto de los huracanes.q