Un centro educativo que promueve la educación personalizada y en valores

Un centro educativo que promueve la educación personalizada y en valores

Partiendo del entendido de que cada niño tiene su forma particular de aprender, la especialista en terapia de aprendizaje Charo Michelén de Pablo creó el centro educativo El Arte de Aprender.

Se trata de un colegio que trabaja bajo un sistema educativo enfocado a las necesidades individuales de los alumnos, con un currículo diseñado especialmente para que cada estudiante pueda trabajar en su propio nivel, a su propio ritmo y de acuerdo a su estilo de aprendizaje; para cumplir con los requisitos y lograr las metas trazadas de manera que el currículo se adapta al estudiante.

Según lo explica la también psicóloga escolar, el centro se fundamenta en la educación personalizada y en la que se enseña en aulas con no más de seis niños.

Michelén indica que la educación es personalizada porque se trabaja con cada niño de forma individual.

La directora del centro de enseñanzas explica que “nosotros creemos que cuando le brindas al niño la oportunidad de aprender de acuerdo a su nivel de aprendizaje, el niño va aprendiendo genuinamente”.

Y aunque esta estrategia educativa se torna difícil para el profesor, Michelén entiende que lo importante es lograr los resultados. “El maestro tiene que preparar más lecciones para un mismo día, pero hemos visto un logro progresivo en los niños”.

Cada niño es diferente. La educadora, quien viene de trabajar de colegios reconocidos como el Carol Morgan, dice que el día que los padres y maestros comprendan que cada niño es diferente, las cosas serán mejor.

“Cada uno aprende a su ritmo, pero todos son educables”, asegura.

La especialista en terapia de aprendizaje resalta que en su centro de enseñanza trabajan con estudiantes con déficit de atención, con hiperactivos, con niños que tienen alguna condición especial “y con los que no tienen ninguna, pero que los han expulsado de colegios porque no pueden aprender en una escuela donde hay muchos niños”.

“Nosotros ponemos reglas, y nos la pasamos recordándolas, pero ese niño recibe reconocimientos cuando las cumple”, dice.

Para conseguir un cambio en en el comportamiento de estos niños, “les damos un seguimiento perpetuo a cada uno. Para que vea que es importante. Eso cambia radicalmente su conducta y se refleja en los resultados. Es lo que hemos visto en muchas ocasiones aquí”.

El centro. El Arte de Aprender se fundó como centro educativo en el año 2004 y trabaja con estudiantes desde preescolar hasta cuarto de bachillerato.

Para continuar con el crecimiento de los estudiantes, “a partir del próximo año escolar vamos a iniciar con un instituto técnico de educación avanzada para los estudiantes que no pueden continuar sus estudios o ir a la universidad porque son distraídos, hiperactivos… donde tendrán la oportunidad de seguir una carrera técnica”.

“Nosotros creemos que el deber de los educadores es ofrecer a la sociedad, entes productivos a pesar de cualquier limitación”, expresa Charo Michelén.

La idea es que cuando ese niño sea un adulto pueda mantenerse por sí mismo.

Complemento. El colegio complementa sus clases con arte, informática, gimnasia, talleres de creatividad, manualidades.

“Y de acuerdo a sus necesidades, al niño se les dan terapias mezcladas con arte”, explica la psicóloga escolar.

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