Un embajador coherente

Un embajador coherente

El embajador Fritz Cinéas se caracteriza por ser coherente con la forma en que el Gobierno de su país maneja la institucionalidad. Por eso, indebidamente ha aprovechado la solemnidad de la Casa de Gobierno de nuestro país para expresar la falsedad de que la prensa dominicana azuza los conflictos entre la República Dominicana y Haití, y para pretender negar que personal consular dominicano y pescadores hayan estado bajo condición que versiones definen como secuestro en territorio haitiano.

La prensa dominicana se ha limitado a difundir, con el énfasis que merecen, las acciones violentas ejercidas por autoridades haitianas o con anuencia de éstas, contra personal consular, pescadores y transportistas en el lado haitiano. Esas agresiones, no solo han sido muy frecuentes, sino que jamás se ha tenido cuenta de que la justicia haitiana haya actuado de la manera que corresponde en cualquier Estado de Derecho.

La coherencia del embajador con el estilo de Gobierno de su país no solo le lleva a desconocer un acto de encierro forzoso, sino además a atribuirle a la prensa un acto de vileza. Es una actitud coherente con la de un Gobierno que maneja tan a su antojo la institucionalidad, que ni siquiera ha respetado el requisito de realizar unas postergadas elecciones legislativas y municipales, cuya fecha de celebración es hasta el momento incierta.

HÁBLELE AL PAÍS SEÑOR PRESIDENTE

En un Estado se producen contingencias que requieren atención al más alto nivel de la jerarquía administrativa del Gobierno. Hay explicaciones y orientaciones que solo el Presidente de la República está en condiciones de transmitirlas a los gobernados. En nuestro país, sin embargo, es notable la poca comunicación del Presidente con los gobernados a través de voceros idóneos como los periodistas.

En las relaciones con Haití hay ingredientes inquietantes y sería útil que el Presidente los explique al país. Actos de fuerza contra personal consular dominicano en el lado haitiano, inusitada presión migratoria que parece desbordar lo casual y cosas por el estilo generan distorsiones, conjeturas e incertidumbre que el Presidente podría disipar con un discurso o una conferencia de prensa.

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