Hoy 
Cotuí, Sanchez Ramírez. Un tiroteo en un centro de votación en La Vega, con saldo de un herido, la denuncia de compra de cédulas en colegios electorales de San Francisco de Macorís y la militarización -con más de 40 agentes- de un colegio electoral de Cotuí, deslucieron ayer las votaciones en zonas de estas tres provincias del Cibao.
El primer incidente estalló a las 9:00 de la mañana en el recinto del liceo secundario Don Juan Rodríguez, de La Vega, donde fue baleado en un brazo el militante del Partido Revolucionario Dominicano (PRD) Yoga Barotá Subiarán, de ascendencia hindú.
Fue herido por Alejandro Hernández (Bombillo), militante del Partido de la Liberación Dominicana (PLD).
El suceso fue como la crónica de una muerte anunciada, ya que Bombillo, como se le conoce en el centro de votación de sector La Puya, fue sacado del recinto de votación a las 8:00 de la mañana, una hora antes del hecho, por decisión del presidente de la mesa de votación 0167A, Juan Comprés, al advertir que portaba un arma de fuego dentro del plantel educativo, en violación a la resolución de la Junta Central Electoral (JCE).
El herido fue llevado a un centro médico. Su yipeta recibió cuatro impactos de bala. Según Inocencia Florentino y Ana Lucía Ortega, dos sufragantes, los dos hombres tienen una conducta reprochable y se caractarizan por excesivas manifestaciones de poder.
Bombillo tenía un arma prestada, señalaron los testigos del hecho.
Compra de cédula. En San Francisco de Macorís, provincia Duarte, La Vega y en Cotuí, provincia Sánchez Ramírez, hubo denuncias de compra de cédulas. La práctica se le atribuyó a dirigentes peledeístas y reformistas que actuaban de manera subrepticia.
¡Hace rato que están cogidos, era la frase que seguida de una palabra obscena, que vociferaba una joven desde el balcón de la segunda planta de la calle Beller No. 13 hacia un grupo de políticos que entraba y salía del Parque Hostos, donde operaron tres mesas: 0275, 0010 y 0010A.
La votación tuvo sus altas y bajas en estas en provincias, en cuanto al desarrollo. Una organización excelente y óptima capacitación del personal electoral, como afirmó la presidenta del colegio electoral 245 del Centro de la Cultura en La Vega, Maritza Marte. Aquí, una mujer nacida en el año 1932 fue una de las primeras en sufragar, lo que llamó la atención de todos.
Presidentes de colegios, secretarios de mesas y votantes coincidieron en destacar que los elementos subversivos fueron inferiores al éxito del certamen electoral.
En Cotuí, lo nunca visto. La militarización del centro de votación instalado en la escuela del sector La Yuca conmocionó a los electores, que en horas de la tarde veían un camión repleto de agentes y portando armas cortas y largas. La medida fue por los constantes pleitos entre los votantes.
La penetración de policías y militares con los rostros cubiertos por pasamontañas encolerizó al personal que administró las mesas 91 y 135. Otro elemento que hizo más perturbadora la situación fue que el centro de votación de estas dos colegios electorales fue ubicado en una gomera que funciona en el centro de Cotuí. Delegados de los partidos políticos protestaron porque en vez de sillas encontraron neumáticos. Cada uno buscó su banco. Los delegados del PRD, José Francisco Cassó, y del PLD, Joselín Rojas, lamentaron que la mesa 135, que debía ser establecida en el IDSS, estuviera funcionando en una gomera, casi al aire libre.
La clave
Candelier versus general
El director de la Policía Preventiva, general Juan Brown Pérez, reforzó la seguridad en varios centros de votación de Cotuí, lo que se entendió como respuesta a que el general retirado Pedro de Jesús Candelier estaba a cargo de esa zona, en representación del PRD. En Cotuí, se denunció la compra de cédulas y se arrestó al dirigente perredeísta Bienvenido Lazala (Neñé) por agredir al peledeísta Félix Antonio Hernández, en la escuela primaria del sector de Pueblo Nuevo.
