Un país lastrado por la deuda

Un país lastrado por la deuda

El monto de la deuda pública y sus intereses es un lastre que entorpece la marcha del país y obliga a cuestionar la calidad del destino que se ha dado a tanto dinero. Y para empeorar las cosas, el hecho de tomar prestado para pagar deuda no da muestra, por ninguna parte, de que se esté adoptando la fórmula más conveniente. Esta fórmula solo es plausible cuando los intereses del débito tomado para saldar deuda son más bajos que los de la deuda primaria.

El Grupo de Comunicaciones Corripio tuvo ayer como invitados de su almuerzo semanal a los economistas Miguel Ceara Hatton, Jaime Aristy Escuder y Ernesto Selman, quienes analizaron varios aspectos de la economía nacional. De ellos, Ceara Hatton planteó los efectos nocivos de un endeudamiento tan alto en un país con un modelo económico como el que tenemos. La deuda y sus intereses consumen el 45% del PIB, circunstancia que ya ha disparado las alarmas del FMI.

Las circunstancias aconsejan una fuerte disciplina para mejorar la calidad del gasto y mantener en niveles manejables el déficit fiscal. Y por sobre todas las cosas, renunciar a la práctica de asumir deuda que no esté destinada a financiar desarrollo, generar empleo y mejorar la calidad de vida de la población. La enormidad de la deuda en comparación con el PIB es un lastre en perjuicio del porvenir de la nación.

VUELTA AL DIÁLOGO MUY OPORTUNA

La República Dominicana y Haití reanudan hoy sus negociaciones sobre temas de interés común. La coyuntura es propicia para reclamar del Gobierno haitiano una postura de respaldo al proceso de regularización de inmigrantes, puesto en marcha por el Gobierno dominicano para dar cumplimiento a sentencias y leyes en un marco de respeto absoluto de los derechos de los inmigrantes. La parte dominicana debería exigir una definición sobre ese aspecto.

A pesar de que hay un número abrumador de inmigrantes haitianos indocumentados, el Gobierno de su país ha rehuído su responsabilidad en el asunto migratorio, dificultando el acceso de su gente a la documentación necesaria para regularizar su estatus. Al margen de avances sobre los demás temas en la agenda de esta ronda, debe quedar clara una posición consecuente del Gobierno haitiano sobre el espinoso tema migratorio.

 

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