UN PASEO POR EL SENDERO DE LOS SENTIDOS

UN PASEO POR EL SENDERO DE LOS SENTIDOS

Tener una condición física especial ya no es obstáculo para disfrutar del atractivo natural del Jardín Botánico Nacional, gracias a la construcción del Sendero de los Sentidos, que puede ser recorrido por personas con dificultades auditivas, visuales y motoras, para conocer el entorno mediante una experiencia sensorial.
Se trata de un camino creado especialmente para personas con esas discapacidades, de manera que puedan disfrutar el recorrido por las instalaciones del jardín mediante una interpretación ecológica clara, sencilla, tangible e inolvidable.
Para completar la experiencia, durante los recorridos se han instalado atractivos paneles en los que los usuarios podrán obtener información acerca de los valores naturales de la zona en cuanto a fauna y flora.

El Sendero de los Sentidos posee más de 700 metros de longitud a través de los cuales se pueden desplazar sin mayores problemas a través de distintos ambientes: desde la plaza central, atravesando un área con bosque y el huerto escolar, hasta regresar al Departamento de Educación Ambiental.
Recorrido. Se realiza en unos 25 o 30 minutos y en el trayecto se han colocado trece rótulos con suficiente información sobre la flora y la fauna endémica y nativa del país.
Para los no videntes, las descripciones están escritas en sistema braille, el cual fue supervisado por la Escuela Nacional de Ciegos, mientras que las plantas o aves a las que se refiera el texto se podrán apreciar en relieve, para que puedan ser tocadas por los visitantes.
Así mismo cuenta con un programa de audio MP3, como sistema de audio guía con grabación en lenguaje de señas para las personas con discapacidad auditiva.
Arquitectura inclusiva. Un aspecto muy importante de este camino es que los baños al final de la trayectoria del sendero fueron modificados para personas con algún tipo de discapacidad.
El director del Jardín Botánico Nacional, Ricardo García, define el Sendero de los Sentidos como una obra de gran valor, que ayuda a reducir en gran medida la brecha de exclusión social.
Este sendero que se construyó con apoyo del sector privado y la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), surgió para poder recibir a la población que tiene algún tipo de limitación, ya que al momento de su construcción no se tomaron en consideración.
García explicó que, en su diseño original, el jardín no contempló rampas de acceso, ni sendero para personas con discapacidades motoras, y con el tiempo la construcción de estas estructuras se fue haciendo cada vez más costosa, al punto de resultar imposibles de realizar con los propios recursos del Jardín Botánico.
Turismo inclusivo. Además de bridarles a las personas con discapacidad la oportunidad de conocer, disfrutar y recorrer un espacio natural y de sana recreación, este espacio se inscribe dentro del proyecto “Empoderamiento en Turismo Sostenible”, ejecutado por el Consorcio Dominicano de Competitividad Turística (CDCT).

Publicaciones Relacionadas

Más leídas