El hospital Pedro E. de Marchena, de Bonao, que ya tiene 62 años, se suma a las muestras que ponen en evidencia la decadencia en que está sumido el sistema hospitalario del país. En ese establecimiento la precariedad de los servicios está determinada por falta de espacio físico, áreas fuera de servicio, mal estado de las instalaciones, falta de camas, equipos obsoletos y otras limitantes que impiden atender satisfactoriamente el creciente número de personas que acuden a diario.

Equipos estratégicos como sonógrafos, rayos X, endoscopía, aparatos de laboratorio y otros, están en malas condiciones, aparte de ser obsoletos por los muchos años de servicio. La infraestructura ha sido remodelada en varias ocasiones, pero debido a la presión de la demanda de servicios requiere una intervención en gran escala para ampliar el espacio físico, incorporar nuevas áreas y adecuar los sistemas de drenaje.

Además, el hospital tiene una nómina saturada de personal que obliga a destinar al pago de salarios una proporción apreciable de las finanzas. Ahí, como en otros hospitales, el clientelismo político se ha encargado de lastrar las disponibilidades de recursos. El descalabro del sistema hospitalario se pone en evidencia con muchos botones de muestra, entre los que el Pedro E. de Marchena es uno más. Es necesario una intervención para rescatar ese hospital.

 GATILLEROS DESAFIANTES 

Los gatilleros andan sueltos, desafiando a las autoridades que han anunciado operativos para decomisar armas ilegales y llevar tranquilidad a los barrios. En dos balaceras ocurridas en el fin de semana frente a un drink y un colmado en Villa Mella, dos personas fueron muertas y otras tres heridas por desconocidos que dispararon a mansalva. En Barahona, un jovencito de 17 años fue asesinado a balazos y despojado de su motocicleta, y en Santiago un mensajero murió en circunstancias parecidas.

Estos sucesos parecen preconizar un acentuado estado de inseguridad ciudadana para la temporada navideña, sobre todo a partir del día 10 de este mes, cuando serán levantadas las restricciones a a la venta nocturna de bebidas alcohólicas y empezará a circular una apreciable cantidad de dinero de la regalía pascual. Las autoridades tienen que multiplicar esfuerzos para mejorar la prevención.