Un raso que tiene quien le escriba

Un raso que tiene quien le escriba

La libertad de expresión y difusión del pensamiento es un derecho individual protegido por la Constitución de la República. El raso Daurin Muñoz ha hecho uso de ese derecho al difundir por las redes sociales un vídeo por medio del cual se queja del bajo salario que gana en ese rango. Además, no ha hecho más que repetir una queja que han expuesto desde el Presidente de la República hasta muchos de los jefes policiales. No se puede vivir dignamente con tan bajo salario.

Todo el revuelo causado por la actitud de este policía se debe a que es el primero en quejarse de su situación a través de las redes sociales. Pero lo ha hecho amparado en el derecho a la expresión. Su método es preferible al de otros policías, de su mismo rango y superiores, que se han acomodado al bajo salario pero han buscado “compensación” de sus ingresos por medio del delito, en perjuicio de la seguridad de todos y de la imagen de la institución.

Todo cuanto estamos viendo es el fruto de la resistencia de la propia Policía a someterse a cambios que son necesarios, inaplazables. Es hora de sustituir la estructura de carácter militar que tiene desde su fundación, por la de una auténtica policía, enfocada en todo momento en la capacitación y en el levantamiento de la dignidad de sus integrantes. La inseguridad que vivimos obliga a hacer transformaciones.

Una tara para la inversión

Aunque el Estado ha avanzado mucho en garantizar condiciones para atraer inversión extranjera, todavía no superamos el serio obstáculo de la falta de recursos humanos calificados para trabajar en posiciones de alta tecnología. Muchas empresas extranjeras atraídas por el ambiente de negocios del país, han desistido de instalarse aquí por la falta de técnicos en determinadas disciplinas. Sobre esta situación han llamado la atención organismos y entidades especializadas en gestión y contratación de recursos humanos.

Para afrontar esta situación es necesario que el Gobierno, las academias y las empresas trabajen de manera conjunta en la definición de las capacidades más demandadas por las firmas locales e inversionistas extranjeros. Ese es un paso que debemos adelantar sin más tardanza.

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