Un siglo compartido

Cuando los primeros integrantes de la familia Corripio se establecieron en este  país, la humildad y el deseo de progresar con el esfuerzo eran sus señas particulares.
Cien años después, esos  valores son la constante distintiva de una familia que se multiplicó en el país. Que ha crecido con el país y que ha aportado para su crecimiento. Esas cualidades explican por qué la familia Corripio y la Fundación Corripio han querido agradecer la hospitalidad de los dominicanos a través del reconocimiento de la labor de bien social de cien instituciones que en  todo el país trabajan  por los  necesitados.
El acto de celebración del aniversario de la llegada de la familia Corripio no podía tener mejor título: “Un siglo  compartido”. Y es que así ha sido.
No olvidemos que a fuerza de trabajo esta  familia creció y progresó, y que de la bonanza económica lograda en ese siglo ha compartido mucho en todo momento, a través de la creación de plazas de trabajo y su magnífico ejercicio de la responsabilidad social. Ha compartido el fruto de su esfuerzo impulsando  el arte, el conocimiento y los mejores valores.
   La familia Corripio ha expresado su agradecimiento al país por haberle abierto las puertas desde hace cien años. Esa es una muestra mayúscula de la humildad de una familia que también merece que el país le agradezca sus aportes al progreso y la grandeza de su ejemplo.