Una cadena con eslabones humanos

Una cadena con eslabones humanos

Pedro René Mejía Almonte

La Prehistoria es el periodo de tiempo transcurrido desde la aparición de los homínidos, antecesores del Homo sapiens (es el hombre que conocemos hoy día con algunas evoluciones). Dicho periodo de tiempo terminó con la aparición de sociedades, que dieron lugar a los primeros estados y civilizaciones.

Algunas  interpretaciones de la ciencia histórica predican que la prehistoria es un término carente de significado concreto, en el sentido que se entendió por generaciones pasadas. Marc Bloch definió la historia como el acontecer humano en el tiempo, o sea que dicho esto podemos pensar que todo es historia desde que aparece el ser humano y la Prehistoria podría entenderse como el estudio de la vida antes de la aparición del primer homínido en la tierra.

Por otra parte hay quienes defienden una definición de esta fase, en virtud de criterios económicos y sociales en lugar de cronológicos, porque para fines de estudio dichos criterios son más exactos y proporcionan una visión más científica; en ésta nos suscribimos.

En tal sentido, el fin de la prehistoria y el inicio de la historia lo marcaría una estructuración creciente de la sociedad que provocaría una modificación considerable del hábitat, la estructuración de ciudades y una sociedad más civilizada, donde se establecieron estructuras administrativas y se incrementaron los intercambios comerciales. Pero tal parece que la República Dominicana se quedó  en la era prehistórica.

Al presenciar cómo hermanos dominicanos fueron reprimidos, cual si fueran el Toro de la Vega (un torneo taurino bestial que se realiza en la localidad española de Tordesillas), arrastrados por el suelo, empujados, vejados, hasta fumigados con gas pimienta, yo me pregunto: ¿era necesario usar esa violencia con personas desarmadas que su único delito es protestar por una causa justa?

¿Es que tenemos que conformarnos con una Policía que además de corrupta, chelera y macutera , también es ineficiente? No hace falta recordar que todos los empleados públicos son pagados con los impuestos que pagan los ciudadanos y los policías están incluidos en el paquete. ¿O sí hace falta recordarlo?

El cierre de la OISOE estructuralmente no resolverá problema alguno, pero al menos dejará sin argumento a los que hoy protestan por su cierre y de esta manera las cadenas con eslabones humanos terminaran y en unos meses no serán ni siquiera un recuerdo.

Si por el contrario se llegan a estructurar de manera masiva, empiezan a llegar con sombrillas amarillas, solo le costará al gobierno ceder y de la forma electoralmente hablando más desfavorable.

La OISOE bien podría ser un vice- ministerio para asuntos de la casa presidencial adscrito al ministerio de obras públicas. Si hacen eso, el nombre OISOE ni se recordará y sus huellas corruptas serán borradas para siempre.

 

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