Una institución que es la confianza nacional

Una institución que es la confianza nacional

El Banco Central, fundado el 9 de octubre de 1947, está de aniversario de su fundación, esta vez de los 69 años. Aquella vez, el mundo capitalista triunfante en la II Guerra Mundial reorganizaba su vida económica y política con nuevas directrices, criterios económicos y financieros bajo la cúpula del Fondo Monetario Internacional. Enfrentaba a la esfera formada por los países dominados por el comunismo con un control centralizado de la economía.
La trayectoria del Banco Central, en sus 69 años de existencia, puede catalogarse de un modelo de perseverancia. Y es que en su vida institucional tiene etapas muy interesantes y desafiantes, que han sido determinantes para el sostén institucional de la nación.
La etapa más brillante del Banco Central se inició con una reforma económica en los ocho años de 1992 al 2000. Su importancia se manifestó en la forma de cómo se establecieron los lineamientos y directrices de una ley monetaria y financiera moderna, y a la vez regir la política monetaria con autoridad y credibilidad. Se corrigieron distorsiones, tratando de frenar los déficits, evitando desvíos monetarios, estabilizar la moneda e iniciar un período de estabilidad que se vio interrumpido en los primeros cuatro años del siglo XXI.
A partir del 2004, el país retomó el sendero del orden económico. De inmediato se sintió una mejoría con las directrices bancentralianas, impactando en las inversiones e iniciándose un crecimiento sostenido de la economía con un auge notable de las actividades productivas. El crecimiento se vio afectado por la crisis mundial del 2008, fruto de la especulación y mal manejo de las hipotecas norteamericanas que repercutió por todo el mundo y alterando todos los patrones de desarrollo. Todavía algunos países, otrora muy sólidos, se debaten en el borde de la bancarrota y ahora por la conmoción de la salida de Gran Bretaña de la Unión Europea.
Las autoridades del Banco Central, de los pasados 12 años, han sabido conjugar acertadas medidas económicas de las cuales habla la inflación controlada, que no ha sobrepasado el 3%. Se registra un crecimiento sostenido, que para el 2015 fue casi del 7% y ahora superará el 5%. Será el mayor del hemisferio americano. Es elevada la tasa de cambio, superior al 46 por 1 en medio de los embates de los altos precios de las mercancías y servicios, pese al descenso notable de los precios del petróleo. Hay un aumento en el crecimiento de las exportaciones en especial del oro de la Barrick Gold. Las exportaciones están consolidadas por las divisas turísticas de cinco millones de visitantes con un impacto positivo generado por los atractivos de los negocios turísticos. A esto se le agrega el ingreso por las remesas, que se remontan a los 4 mil millones de dólares anuales.
Este aniversario tiene sus características por estar en medio de la preocupación de la ciudadanía presionada por el afán del gobierno de arrancarle cualquier centavo extra a la ciudadanía.
La madurez y confianza que generan los ejecutivos de la institución, por sus destacadas actuaciones, habla a las claras de la solidez que proyecta, y ha sostenido al país, lo cual ha conducido a controlar el elevado déficit fiscal que existía en los años pasados. Aumentado durante los procesos electorales.
Ya son cosas del pasado las actuaciones de los primeros cuatro años del siglo XXI al frente de la economía. Estuvieron impulsadas por el quehacer de los políticos, haciéndoles mella a la confianza y percepción de la ciudadanía. Esta se alarmó al ver de cómo una institución del 2000 al 2004 se desacreditó, que hasta hizo estallar la tasa de cambio a niveles inmanejables. Pero la confianza reapareció desde agosto del 2004 para devolverle la solidez al Banco Central. La rectitud bancentraliana es el instrumento del gobierno para vivir apartados del trajinar y ambiciones de los políticos. En este aniversario se ha evitado en doce años la repetición de las convulsiones de inestabilidad social y económicas de otros tiempos.
Bien merecen las principales autoridades del Banco Central un reconocimiento, ya que apoyadas por un equipo humano de gran preparación y dedicación, son los responsables de que cada día el país sobresalga por encima de la economía y desarrollo de otros países, pese a que todavía arrastramos preocupantes índices de pobreza y de mala distribución de los recursos, provocando esos guetos económicos que entorpecen el desarrollo social armónico y sostenido.

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