Estos cinco años de gobierno peledeísta de Danilo Medina reflejan la realización de un programa de gobierno con visión de largo plazo y una buena parte de sus frutos los van a cosechar las futuras generaciones y en ese momento la posteridad, desprovista de la pasión de la política coyuntural, reconocerá en este gobierno uno de los mejores en toda la historia de la República.
Comencemos con las acciones en el marco del sector educativo. Es cierto que la construcción de miles de aulas para la tanda extendida a corto plazo representa un aumento del ingreso real de los padres, porque les ahorra desayuno, almuerzo y merienda, mantiene los muchachos ocupados fuera de la calle, pero llegar a una educación de calidad, que prepare a los jóvenes para esta era de la información y la tecnología, demandara de muchos años de inversión en los maestros y de que la nueva generación de docentes preparados sustituya a los actuales. La inversión en educación se recogerá y se reconocerá cuando Danilo Medina no sea Presidente.
Otra inversión de futuro son las estancias infantiles. A corto plazo permite a las madres trabajar, mientras los niños reciben en edad temprana educación y la adecuada alimentación, pero el real impacto de la inversión en las estancias infantiles se verá en unos años cuando esos infantes con mayor preparación se inicien en las escuelas de tanda extendida, tendremos ciudadanos de origen humilde que podrán competir con los jóvenes cuyos padres le pudieron pagar un maternal y un colegio privado de calidad. Algo similar podría argumentarse sobre los Centros de Atención Integral a la Discapacidad (CAID).
El financiamiento del agro, o más bien el proyecto presidencial de intervenir las zonas agrícolas deprimidas, conocidas como las visitas sorpresa, también tienen un impacto inicial en término de convertir esos agricultores en sujetos de desarrollo, en exportadores, en potenciales clases medias, pero uno de los legados de futuro es la asociatividad, las cooperativas, la superación del conuquismo y la creación en esos estratos humildes y sus descendientes la mentalidad empresarial y competitiva.
Los proyectos agroforestales, interviniendo áreas protegidas o cercanas que han sido víctimas de la depredación y la agricultura nómada, si bien impacta a corto plazo porque asiste a los agricultores con un ingreso mínimo y los convierte en aliados del bosque y protagonistas de la recuperación, también representa una inversión cuyos resultados forestales, en términos de la recuperación de las cuencas y el aprovechamiento del árbol, se verán en los próximos años.
El préstamo solidario a las microempresas, especialmente a las mujeres, provoca que estas unidades logren financiar insumos o bienes de capital y fortalecerse, pero también estos financiamientos unidos a los de la Fundación Banreservas representan a futuro la posibilidad de que miles de empresas salten de micros a pequeñas, de pequeñas a medianas y así sucesivamente.
El proyecto de recuperación de los ríos Ozama e Isabela, los emprendidos por el Ministerio de Medio Ambiente en Valle Nuevo y en el Parque de Los Haitises también tienen impactos iniciales, pero la recuperación y preservación de estas fuentes acuíferas representan una labor a futuro.
Por supuesto, otras políticas e inversiones sus impactos son recibidos inmediatamente por la población, aunque también recibirán sus beneficios futuras generaciones.