Unity celebró 55 aniversario en el país

Unity celebró 55 aniversario en el país

La congregación cristiana Unity celebró la semana pasada el 55 aniversario de su llegada a República Dominicana con varias actividades en su templo Unity, situado en la avenida 27 de Febrero, número 52, en El Vergel, frente al Centro Olímpico.
La reverenda Carmen Fe Figueroa manifestó que desde su creación, en el año 1963, a cargo de la reverenda Elvira Gil Cáceres, la Iglesia Cristiana Unity en República Dominicana ha sido la responsable de que un gran número de personas logre cambiar su vida encaminándose por el sendero del Señor.
La reverenda manifestó que esta entidad ha ayudado a sus miembros en la superación de retos y problemas, impulsándolos a encontrar la fortaleza que necesitan para seguir adelante, confiando en el poder espiritual.
“Durante estos 55 años, son muchas las adversidades que han tenido que sobrepasar. En un principio, la comunidad desarrollaba sus reuniones y actividades en casas de familia, por la falta de presupuesto para tener un local propio, aunque tiempo después se trasladaron a un pequeño salón”, dijo Figueroa.
Así mismo dijo que en la actualidad cuentan con un templo amplio, el cual sirve de refugio espiritual para los creyentes, y se mantiene vigente gracias a los aportes del Padre y de los miembros de la iglesia.
La reverenda asegura que el mayor logro, desde su fundación, ha sido ver el cambio de las personas que deciden unirse a la entidad y hacerse miembros activos, comprometiéndose con ésta y con Dios.
Celebración. Para celebrar el aniversario, se llevó a cabo una vigilia de oración de siete horas, desde las 10:00 de la mañana hasta las 5:00 de la tarde, el pasado martes.
La pastora aprovechó para invitar a los dominicanos a que asistan a estos actos. Es importante destacar que esta comunidad no es sectaria, lo que indica que está abierta a todo el que quiera integrarse.

“Otro de nuestros propósitos fundamentales es respetar el libre albedrío con que fuimos creados, es por esto que Unity Dominicana sirve a todo hombre y mujer que se acerca sin distinción de raza o credo”, destaca Figueroa.

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