El ingeniero Teodoro Tejada, expresidente del Colegio Dominicano de Ingernieros, Arquitectos y Agrimensores (Codia), urgió al presidente de la República, Danilo Medina, a iniciar un programa de reforestación nacional que implique un plan de manejo de las cuencas de los ríos, para que el país pueda producir más agua.
Tejada hizo la petición al participar como invitado en el Encuentro Económico de HOY, junto al técnico Guillermo Bretón y Aris Sánchez, presidente de la Asociación de Ingeniería Sanitaria y Ambiental.
Llamó a imitar el ejemplo de Costa Rica, país del cual dijo tiene su problema de agua resuelto gracias a su estrategia de reforestación.
Planteó que uno de los principales problemas que padecen las presas en República Dominicana es que por largos años no han contado con un plan eficaz de reforestación para proteger adecuadamente las cuencas hidrográficas, como elemento esencial para la producción de lluvias, que por infiltración de los suelos van a parar a los ríos y estos a su vez a llenar los embalses de las presas.
Puntualizó que uno de los aspectos de mayor relevancia para la vida útil de una presa es que esta pueda almacenar mayor cantidad de agua que la contemplada en su diseño y construcción.
Explicó que es de rigor que desde el diseño de una presa, hay que inmediatamente elaborar un plan eficiente de reforestación en su área de influencia, para que no se degraden los suelos, y así evitar que se produzca sedimentación, que iría a parar a los embalses, lo que resulta de muy difícil solución para su extracción por los altos costos que se generan.
Resaltó que cada año se hay pérdidas millonarias por destrucción de obras de infraestructuras civiles e hidráulicas, y daños a la agropecuaria, ya que aguas arriba de los cauces se originan muchos inconvenientes producidos por azolvamiento de sedimentación, que es una de las principales causas de las roturas de los aproches de los puentes y alcantarillados en las carreteras, caminos vecinales y bermas, y además erosionando las pilas de esos puentes.
El ingeniero Tejada sostuvo que los efectos que provoca la sedimentación van en detrimento de la economía de los pueblos.
Citó como ejemplo las pérdidas de los productores de arroz del Bajo Yuna cada vez que se producían grandes lluvias, que por sedimentación de varios puntos del río Yuna se producían frecuentes inundaciones, lo que tenía a estos hombres del campo en pérdidas constantes.
Recordó que el 5 de enero del año 2013 en una visita sorpresa, el Presidente de la República se reunió con los parceleros y miembros de la Junta de Regantes de Limón del Yuna y Aglipo II, con quienes analizó los problemas que padecían estos agricultores.
Dijo que dada la situación, el mandatario ordenó el dragado de 20 kilómetros del río en el bajo Yuna, debido a que sus crecidas afectaban unas 146 mil tareas aptas para el cultivo de arroz.
Señaló que el dragado se realizó finalmente en 22 kilómetros a finales del mes de mayo del año 2014, lo que contribuyó a evitar pérdidas millonarias en la agricultura y daños a las infraestructuras en carreteras, caminos, canales de riego, acueductos y la paralización de las actividades económicas y sociales de esos lugares.
“Había sembradas de arroz más de 300 mil tareas, la mayoría de las cuales antes eran afectadas por las inundaciones, pero después del dragado de los 22 kilómetros del río Yuna no ocurrió ese problema. Eso se llama política del Estado, para el bien del pueblo”.
PRINCIPALES CUENCAS RD. Dentro de las principales cuencas que tiene el país está la cuenca del río Nizao, la cual nace en la cordillera Central, con una longitud de 118 kilómetros.
La cuenca del río Ocoa, la cual se origina en la cordillera Central. El área de la cuenca es de unos 621 kilómetros cuadrados.
También la cuenca del Yaque del Norte, el principal río de la República Dominicana, que tiene su nacimiento en la cordillera Central, con una cuenca de 7,044 kilómetros cuadrados
Y la cuenca del río Yuna, uno de los más importantes del país, que nace en el corazón de la cordillera Central, en la Loma del Castillo o Cerro Montoso. Una cuenca de 5,630 kilómetros cuadrados.