En la República Dominicana, la venta libre de fármacos, es decir, sin prescripción médica, representa un grave problema. El dominicano suele mostrar con orgullo su capacidad de autoprescribirse y automedicarse.
El ejemplo más común ocurre con las afecciones respiratorias, en las cuales se terminan usando antibióticos sin necesidad, debido a que la causa principal de estos padecimientos son virales.
Cuando nos exponemos a pequeñas dosis de antibióticos de forma reiterada generamos muerte de las bacterias malas que pudieran estar presentes, pero también que se produce un efecto colateral en las otras bacterias, que cambian sus perfiles de sensibilidad. Como consecuencia, cuando necesitamos prescribir antibióticos para dolencias sencillas, como una infección urinaria, resulta necesario ingresar al paciente al hospital debido a que ya ha estado expuesto a los fármacos, por lo que no le surte el efecto deseado.
Uso en la agricultura y ganadería. ¿Nos estaremos comiendo nuestra oportunidad de vida?
En mayo de 2015, la revista “American Enviroment Microbiology” publicó un trabajo donde se constata la presencia de cepas productoras de betalactamasas de espectro extendido (BLEES o sigla en inglés ESBL) en vegetales exportados a Suiza desde la República Dominicana.
Estas investigaciones ayudan a entender el por qué tenemos bacterias resistentes a antibióticos que no hemos consumido y que no necesariamente hemos adquirido en los hospitales.
La investigación debería servirnos también para enseñar a nuestros productores agrícolas sobre el peligro de agregar antibióticos de forma indiscriminada a las plantaciones.
Mas allá de una moda, siempre que los costos nos lo permitan debemos de tratar de consumir alimentos de origen orgánico o comprados a agricultores independientes.
En la misma dirección nos conduce un trabajo publicado por el National Resources Defense Council (Consejo de Defensa de los Recursos Nacionales) sobre la práctica de añadir antimicrobianos a la crianza de los animales. Comenta que en los Estados Unidos han premiado sitios de venta de hamburguesas donde respetan la política del uso adecuado de antibióticos, pero solo dos cadenas fueron premiadas: Shake Shack y BurguerFi. Otras cadenas de restaurantes como McDonald’s o Wendy’s no superaron la prueba.