El economista Luis Vargas solicitó ayer que se respete la ley que limita la mano de obra extranjera en el país.
Señaló que en algunos sectores productivos, como la construcción y la agricultura, existe una presencia significativa de mano de obra extranjera, especialmente haitiana.
Expresó que en aquellos sectores donde los trabajadores son más de un 20% violan la legislación laboral, porque solo se permite, previa justificación de parte de la empresa, contratar hasta ese porcentaje del total de su personal, debido a que el 80% debe ser mano de obra dominicana.
“En la República Dominicana hay que aplicar la ley. Por ejemplo, el sector bananero tiene que someterse a la ley, porque más del 20% de la mano de obra es haitiana”, dijo.
Vargas emitió sus opiniones sobre el informe “Coyuntura laboral en América Latina y el Caribe: la inmigración laboral en América Latina”, publicado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).
En cuanto a la construcción, Vargas dijo que si el Estado y el sector privado se ponen de acuerdo para contratar mano de obra dominicana no habría necesidad de contratar la masiva fuerza laboral haitiana.
Explicó que el organismo encargado de controlar y fiscalizar la ley es el Ministerio de Trabajo.
Consideró que hay que aplicar sanciones a los violadores de la ley, porque algunas ramas de producción, subramas y empresas no cumplen con el Código de Trabajo.
Cree que en el campo no aparece mano de obra nativa porque los salarios son bajos y no se brindan las adecuadas condiciones laborales.
Negó que la mano de obra haitiana determine el costo laboral y aquellos que sustentan esa idea no han estudiado teoría económica.
De su lado, el economista Antonio Ciriaco Cruz dijo que la tasa de desempleo entre los haitianos es más baja que los dominicanos, debido a que los primeros hacen trabajos que los segundos no quieren realizar.
Dijo que la gran concentración de haitianos en el país está en tres sectores: construcción, agropecuaria y servicios.
Recordó que la industria azucarera ha sido un empleador histórico de la mano de obra haitiana.
Los dominicanos no quieren laborar en trabajos de bajo salario, dijo. Indicó que los dominicanos se van a la informalidad huyéndole a los bajos salarios.