Nouriel Roubini, profesor de Finanzas en la Universidad de Nueva York, cree que la posición que adopte EEUU tras la victoria de Donald Trump puede dar al traste con 70 años de prosperidad, pues las medidas que defiende el magnate y que ya se están llevando a cabo, aunque aún no haya tomado posesión del cargo, pueden ser las semillas de las que nazcan el próximo conflicto mundial.
Roubini, que ya vaticinó con acierto la última crisis financiera, asegura ahora en Project Syndicate que la elección de Donald Trump «puede implicar el fin de la Pax Americana: el orden internacional de libre comercio y seguridad compartida que Estados Unidos y sus aliados construyeron después de la Segunda Guerra Mundial».
Y es que el orden liderado por EEUU hasta el día de hoy ha hecho posibles «70 años de prosperidad, sobre la base de regímenes promercado de liberalización del comercio, aumento de la movilidad del capital y políticas de bienestar social adecuadas, y con el respaldo de las garantías de seguridad y alianzas como la OTAN».
Ahora, Donald Trump está poniendo en duda todos y cada uno de esos ejes que han llevado al mundo a vivir la mayor época de prosperidad de su historia. «Cuando EEUU aplicó políticas similares en los años veinte y treinta, ayudó a sembrar las semillas de la Segunda Guerra Mundial.
El proteccionismo generó represalias en la forma de guerras comerciales y de divisas, que empeoraron la Gran Depresión».
Pero Roubini cree que incluso peor que lo anterior puede ser «el aislacionismo estadounidense», que en su día ya «permitió a la Alemania nazi y al Japón imperial lanzar una guerra agresiva y amenazar a todo el mundo», destaca este profesor de la Universidad de Nueva York.
«Hoy también, un vuelco de Estados Unidos al aislacionismo y a la búsqueda de intereses estrictamente nacionalespuede llevar a un conflicto mundial».
Según el presfor Roubini, si EEUU se desentiende de los que han sido tradicionalmente sus aliados el mundo quedará dividido y enfrentado. Rusia podría aprovechar esta situación para ganar rápidamente terreno en Europa, mientras que países como Corea del Sur, Filipinas y Taiwán quedarían sometidas al poder de China en la región.
Según Roubini, el presidente electo Donald Trump cree que la distancia entre EEUU y estas zonas será suficiente para evitar que su país se vea salpicado por los cambios en dichas regiones. No obstante, «si no se pone límite a aquellos países, en algún momento serán capaces de amenazar los intereses económicos y de seguridad de EEUU… Es historia bien conocida: el proteccionismo, el aislacionismo y las políticas para poner a ‘EEUU primero’ son la receta para el desastre económico y militar».