Jefes militares estadounidenses describieron ayer, martes, ante el Congreso el estado mediocre en que se encontraría el ejército de su país, debilitado por años de escasos recursos y más de dos décadas de conflictos. Estos jerarcas ya convencieron al presidente Donald Trump, que prometió «reconstruir» al ejército aumentando sus recursos, tras la disminución del gasto en defensa producida bajo la administración de Barack Obama (2009-2017). Ahora deberán convencer al Congreso. Según el general Stephen Wilson, número 2 de la US Air Force, la aviación de guerra estadounidense, con sus 311,000 integrantes, es «lka más pequeña, la más vieja y la menos operativa» de la historia nacional. Los pilotos de combate de EU «realizan en promedio 10 salidas en 14 horas de vuelo por mes, y es demasiado poco», dijo ante la comisión de las fuerzas armadas. «Nuestros aviones de combate Hornet estaban previstos inicialmente para volar 6,000 horas y estamos llevándolos hacia 8-9,000 horas», dijo por su lado el almirante Bill Moran, número 2 de l Armada. «Tenemos un atraso de más de 9,000 millones de dólares de gastos en mantenimiento de nuestras infraestructuras», deploró el general Glenn Walters. El ejército y la fuerza aérea son partidarios de una nueva serie de cierres de bases. Con un presupuesto de 600,000 millones de dólares, 3.3% del PIB, las fuerzas armadas estadounidenses siguen siendo hoy una de las más importantes del planeta.