Ven incierta paz de México pese caída de gran capo

Ven incierta paz de México pese caída de gran capo

MÉXICO. AFP. El gobierno de México propinó un tiro de gracia al sanguinario cártel Los Caballeros Templarios con la ansiada detención de su último líder, Servando Gómez «La Tuta», pero no puede cantar victoria ante los grupos armados que inevitablemente surgen tras la captura de capos, opinan expertos. «Estamos teniendo importantes aprehensiones (…) de los delincuentes más buscados», se congratuló el viernes el presidente Enrique Peña Nieto al celebrar la detención esa madrugada de «La Tuta», cuya organización aterrorizó por años el estado de Michoacán (oeste) con extorsiones, secuestros y asesinatos.

Las autoridades ya tenían otros trofeos en la bolsa, como la captura de Joaquín «El Chapo» Guzmán, líder del cártel de Sinaloa (oeste) y entonces el capo más poderoso del mundo, así como la de Miguel Ángel Treviño alias «Z-40», que encabezaba a Los Zetas, principalmente en el este del país. Y Peña Nieto acogió la detención con bombos y platillos. Las caídas de grandes capos pueden convertirse en una oportunidad para que se pase «de un verdadero imperio criminal con penetración en el gobierno a una diseminación de grupos de delincuencia», advierte el experto. Los secuestros, los robos y las extorsiones son a menudo un negocio más fácil que el tráfico de drogas para estos pequeños grupos.

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