Todo marchaba de maravillas para Mercedes ayer en el Gran Premio de Mónaco. Unas cuantas horas después, empezaron las dudas.
Lewis Hamilton dominó la primera sesión de práctica por la mañana, pero luego terminó octavo, a más de un segundo de Sebastian Vettel, en la sesión vespertina. El compañero de Hamilton en Mercedes, Valtteri Bottas, fue décimo.
La explicación fue una especie de anomalía para la Fórmula Uno: el meticuloso equipo Mercedes se equivocó al realizar los ajustes a su bólido cuando cambió a las llantas súper suaves que son más rápidas para la práctica de la tarde.
«La diferencia entre las dos sesiones fue de la noche a la mañana. No estoy seguro por qué no funcionaron las llantas», dijo un consternado Hamilton.
«Ferrari volvió a ser muy rápido… nos espera una gran batalla». Después de cinco fechas del campeonato mundial, Hamilton y Vettel han ganado dos carreras cada uno, y el piloto de Ferrari encabeza la tabla de posiciones con seis puntos de ventaja sobre el británico. Bottas consiguió la otra victoria. Ya que el viernes es un día de descanso, una particularidad del GP de Mónaco, los ingenieros y mecánicos de Mercedes tendrán un día entero para resolver el problema.
«Lo analizaremos bien», dijo el director técnico James Allison. Ferrari busca un triunfo en el histórico circuito callejero de Mónaco, donde no ha ganado desde 2001. Vettel, cuatro veces campeón mundial con Red Bull (2010-13), se expresó optimista de que la escudería italiana puede mantener su velocidad en la clasificación del sábado.
«Es importante tener una buena sensación del vehículo», indicó. «Kimi (Raikkonen) y yo estamos”.