Víctor Díaz Rúa:
«Mis grandes amores son mi familia y mi trabajo»

Víctor Díaz Rúa: <BR>«Mis grandes amores son mi familia y mi trabajo»

POR MARÍA MERCEDES
Su afectuoso saludo transmite a primer instante la calidez humana de su personalidad. Acompañado siempre de una gran sonrisa, Víctor Díaz Rúa, director del Instituto Nacional de Aguas Potables y Alcantarillados (Inapa) inició la conversación narrando el génesis de su historia, y a modo de broma nos contó que de niño, a pesar de que era hijo único fue muy feliz.

Al preguntarle si sintió la ausencia de un hermano, respondió que no, porque vivió con los hijos de su tía Altagracia Rúa viuda de la Maza. Confesó que para él, Octavio y Verónica de la Maza, más que sus primos maternos cumplieron el rol de hermanos. «Con ellos viví, jugué, reí, lloré, en fin me hice hombre, además en la escuela tuve muchos amigos, y todos fueron mis hermanos».

Con esa convicción creció y se formó como ser humano. Para él, no tuvo ninguna ventaja ser el primogénito y único hijo de sus padres, pues afirma que hizo una vida normal. En su adolescencia jugaba baloncesto en el Club Naco, deporte que aún practica, claro está, con menos frecuencia que antes, porque su posición actual le ocupa mucho tiempo.

Cuando llegó el momento de ingresar a la universidad se inscribió en el Instituto Tecnológico de Santo Domingo (Intec), donde se matriculó en la carrera de ingeniería civil. Con la juventud como tesoro para cumplir sus metas en la vida, Víctor Díaz Rúa se graduó en 1983, pero en la Universidad Central del Este. Feliz, con su título en manos y su interés de progresar, trabajó poco más de un año en una compañía de ingenieros y luego creó su empresa con el nombre: «Díaz Rúa & Asociados». Desde ese tiempo hasta ahora sólo ha trabajado en la ingeniería.

En tal sentido, afirmó que los 21 años que ejerció la ingeniería les dieron mucha satisfacción, y sobre todo una vasta experiencia en esa área. Las edificaciones de los Supermercados Nacional, el de La Técnica C x A., el de Don Manuel Corripio, Marítima Dominicana y CardNet son algunos de los que fueron fabricados bajo su supervisión, actualmente tiene a su cargo la construcción de uno de siete pisos en la Zona Oriental.

A pesar de los cambios que ha tenido su vida, personas cercanas a él confirman que aún sigue contestando su celular cada dos timbrazos, y recibe a los amigos en su oficina sin ningún protocolo, al tiempo que ha logrado que allá reine una atmósfera de paz y confianza.

«ORGULLO DE PADRE»

Víctor Díaz Rúa es un padre orgulloso de sus cuatro hijos. Tan sólo oírlo hablar de ellos es una constancia del gran amor que les tiene. Los nombres de sus amores son: María Amelia, quien tiene 19 años y estudia Finanzas Corporativas en el Boston College, Estados Unidos; Víctor Manuel, de 15 años; María Teresa, 13 y Martha María, 8.

«Ahora que estoy al frente de Inapa tengo muchas responsabilidades, y por ende menos tiempo para dedicarle a mi familia. Mis hijos vivieron muy de cerca el proceso de la campaña electoral del año pasado, por eso entienden mi situación y me apoyan. Eso me hace feliz».

Agregó que su esposa Balbina Guerra, con quien en febrero próximo celebrará sus 21 años de casados ha sido el eje central de su familia. «Gracias a ella hemos educado bien a nuestros hijos».

En tal sentido, precisó que en una posición del sector público no se trabaja para sí mismo, sino para el país. «Después de 21 años de trabajo, esta oportunidad la veo como una manera de devolverle a mí país parte de lo que me ha dado. Por eso, desde que fui designado por el Presidente Leonel Fernández como director de Inapa entiendo que tengo un compromiso directo con el Estado, es decir, con cada uno de los habitantes de República Dominicana».

PLANES A DESARROLLAR EN INAPA

En el 2005, los planes en esta dependencia del Estado estarán centrados en hacer un buen trabajo. «Queremos que esta institución, que tiene problemas desde sus inicios, camine mejor y con pasos firmes».

Para llevar a cabo esa misión dijo que adecuarán todos los acueductos que están en funcionamiento «porque entendemos que seguir haciendo acueductos, cuando los que existen funcionan precariamente no tiene sentido».

Precisó que Inapa maneja 485 acueductos de los que tiene el país, exceptuando los de Santo Domingo, Moca y Puerto Plata. En lugares apartados, donde el agua llega con dificultad, tienen planificado construir más acueductos con fondos de la Oficina de Cooperación Española. «Con ese programa estaremos en parajes rurales que no tienen agua, y donde han instalado llaves públicas».

También está en carpeta la construcción de grandes acueductos en Barahona, Jimaní, el de la Línea Noroeste, La Romana, San Cristóbal, San Francisco de Macorís y el de Nagua. «Todos están siendo construidos con préstamos de Brasil, Estados Unidos y Canadá, países que desembolsarán aproximadamente 400 millones de dólares. Son préstamos bilaterales blandos, que se pagan con bajos intereses, tienen gracia y se empiezan a pagar tres o cuatro años después de ser otorgados».

Agregó que los acueductos hechos con recursos del Estado son los que tienen problemas, no así con los que se construyen con fondos internacionales. «Para nadie es un secreto que encontramos un Estado precario, y entendemos que en el año 2005 tampoco dispondremos de grandes recursos. Nuestro presupuesto será aproximadamente de 4 mil 300 millones de pesos».

El funcionario expresó que las conexiones de Inapa con la Corporación de Acueductos y Alcantarillados de Santo Domingo (Caasd), es porque esa institución maneja el acueducto de Santo Domingo «y nosotros somos miembros del Consejo de la Caasd, pero nos manejamos de manera independiente. Inapa por ser la más grande es la rectora del sector, además pertenecemos a todos los consejos de directores de las ciudades donde tenemos acueductos».

Otro de los programas que pondrá en ejecución es el mantenimiento a los acueductos diseminados en el interior. «En todos los programas que me han entrevistado he dicho que nadie se preocupa por el mantenimiento, y a eso queremos darle énfasis. Hace pocos días inauguramos uno que tenía 10 años en construcción, de ahí que se hace necesario poner en marcha un plan de adecuamiento, ya que casi todos los acueductos están en esa fase».

«Nosotros tenemos muchos acueductos que son comenzados, pero que duran mucho años sin terminar. Ese es el plan que tenemos: terminar los que están paralizados y no iniciar muchos», señaló.

DESEOS PARA EL 2005

En el inicio del año, cada ser humano se propone metas que afiancen su desarrollo. Tomando en cuenta esta realidad, Víctor Díaz Rúa espera que el país vuelva a vivir la prosperidad que tuvo cuatro años atrás. «Teníamos un país que iba bien, reconocido por muchas naciones del mundo como un modelo a seguir. Para nosotros los empresarios era el país ideal para vivir, especialmente para los ingenieros, porque fue cuando el sector construcción tuvo su etapa de oro. Sobre todo en los últimos cuatro años de la década de los 90».

«Quiero que volvamos a tener la prosperidad de cuatro años atrás, porque si las cosas marchan bien, la sociedad está bien».

PERFIL

Familia: sus padres son José Aquiles Díaz Tavárez (fallecido) y Teresa Victoria Rúa.

Fecha de nacimiento: 4 de julio de 1957

Lugar de nacimiento: Santo Domingo

A CORAZÓN ABIERTO

Un libro. La autobiografía de Winston Churchill. También le gusta leer libros de historia, cuyo contenido sea la Segunda Guerra Mundial y las biografías de personas célebres

Un aroma: el café

Un mal hábito: acostarse tarde

Un sabor: el chocolate

Una comida: la italiana

Detesta: la cebolla

Una hora: las 12:00 m., porque puede descansar y ver un poco de televisión.

Un consejo: «A nuestra gente que tenga paciencia y que sea optimista, porque trabajamos para echar el país hacia delante».

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