Vincho afirma TC deberá decidir caso del aborto

Vincho afirma TC deberá decidir caso del aborto

El jurista Marino Vinicio Castillo (Vincho) confirmó ayer su participación en el diálogo del tema del aborto con el expresidente Leonel Fernández, la presidenta de la Cámara de Diputados, Lucía Medina, y el obispo electo en Baní, monseñor Víctor Masalles, pero vaticinó que el caso deberá decidirlo el Tribunal Constitucional, porque la Iglesia Católica se opuso rotundamente a que se flexibilice la penalización del aborto.
Dijo que no se pautó una próxima fecha de encuentro como el realizado en la mañana del pasado martes en la Fundación Global, Democracia y Desarrollo (Funglode).
Manifestó que respondió la reunión para tratar la posibilidad de variar la pena del aborto por razones de violación sexual, incesto o malformación del feto. Fue cordial, un intercambio de pareceres, sin embargo, el abogado, político y exfuncionario público atribuye la dificultad a que el tema del aborto “es sumamente complejo y despierta pasiones. Al menos, yo intento hacerlo, siempre, con criterios técnicos, desde lo jurídico, y enfocarlo desde las políticas publicas, como población, demografía”.
Castillo dejó claro que él rechaza la aprobación del aborto para casos especiales, como se ha planteado, porque está convencido de que los países que han dado ese paso, tienen más cantidad de abortos que las naciones que lo castigan en su legislación penal.
Citó como incremento del aborto lo ocurrido en Estados Unidos. A su juicio, la observación de las tres circunstancias para flexibilizar el castigo, lo ve como una licencia manifiesta a que en la práctica el aborto se triplique, “tal como ocurrió en Estados Unidos y como ocurrió en España, y en todos los lugares donde se ha producido la despenalización”. Reiteró su posición de que en el país ni el médico ni la mujer han estado desprotegidos de protección jurídica, recordando la existencia de las llamadas “normas metajurídicas” de las causas de justificación, desde tiempo inmemoriales. Analizó que no se habla de crimen o delito cuando la persona obra por un estado de necesidad. Califica al Estado como un gran irresponsable, desde siempre, por no querer cargar con la parte más dramática de proveer protección, sobre todo, a las madres solteras, que son las que desgraciadamente el embarazo complica aún más.

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