Con la finalidad de tener mayores controles de quienes residen o visitan determinados residenciales, como consecuencia del crecimiento de la inseguridad, vecinos de sectores de clase media y alta optan por colocar brazos de control de entrada, y violan de esa manera el libre tránsito contemplado en la Constitución de la República.

Estos dispositivos se acompañan siempre de guardianes colocados dentro de una garita, en dos y tres turnos, quienes lo suben y bajan, lo que significa un gasto extra en seguridad para los vecinos, insatisfechos con el sistema público de seguridad. Aunque cada vez más se colocan estos brazos, en los últimos dos años el Concejo de Regidores del Ayuntamiento del Distrito Nacional solo ha aprobado dos, lo que indica que la gran mayoría son ilegales.

Violan Carta Magna. El secretario general del Ayuntamiento de Santo Domingo Oeste (Asdo), Plutarco Jáquez, señala que la colocación de obstáculos en las entradas de residenciales viola el artículo 46 de la Constitución que se refiere al libre tránsito. Recuerda que ese artículo expresa que toda persona que se encuentre en el territorio nacional tiene derecho a transitar por cualquier lugar sin ser molestado, principio que no choca con el derecho a la seguridad ciudadana de una persona.

Considera Jáquez que el principio de la libertad de tránsito debe prevalecer sobre el de seguridad, interpretando el artículo 74-4 de la Constitución de la República, sobre derechos fundamentales y garantías, porque se refiere a la libertad de los seres humanos.