A pesar de las diversas iniciativas entre estas una línea exclusiva para denuncias de maltrato, la creación de la unidad de violencia de género, los hogares de acogida para mujeres violentadas y las campañas de concienciación que eventualmente lanza la Procuraduría General, no han logrado reducir la cifra de mujeres que mueren de forma violenta cada año a manos de sus parejas.

Para Ana Andrea Villa Camacho, procuradora fiscal del Distrito Nacional y directora de la Unidad de Prevención y Persecución de la Violencia de Género la respuesta es simple, el tema no ha sido tomado como un problema de Estado y se entiende que la responsabilidad de luchar contra este es exclusiva del Ministerio Público.

A su juicio cuando todo el mundo en la sociedad se sienta responsable de la violencia hacia las mujeres será cuando se verán verdaderos cambios en esa epidemia en que la se convirtieron los feminicidios, que cada año termina con decenas de mujeres.
Al fin de abril de este año unas 23 mujeres habían perdido la vida a mano de sus pareja, de acuerdo a reportes de la Policía Nacional, cifra que si bien es menor en comparación con el año anterior al mismo periodo que eran 33, no deja de ser razón para alarmarse.

Violencia responde a cambio. La fiscal atribuye la violencia como una respuesta del hombre al cambio que ha dado la mujer en los últimos años.

“Lo que pasa es que la mujer cambió y el hombre se quedó en el mismo lugar. Como ya no haces lo que yo decido y lo que digo, en consecuencia viene el maltrato”, explica Villa Camacho.

“Antes la mujer no era una ciudadana con pleno derecho y al despertar, al cambiar también la legislación eso trae sus consecuencias”, plantea la magistrada, quien dijo además que la violencia es esa respuesta de una sociedad que es machista, patriarcal y abusiva.

Ve entre las posibles soluciones un trabajo serio de conciencia donde se puedan involucrar los hombres. “Porque no hemos ganado nada con estar enemiga de los hombres, no ha dado resultado”.

Cuando sea prioridad. El tema de los feminicidios y el maltrato hacia las mujeres, entonces será cuando las cosas van a cambiar, afirma la magistrada.

Fiscalía en su rol. La fiscal asegura que las denuncias han aumentado, porque cada día hay más lugares a donde poner al tanto a las autoridades de alguna situación. Hay en el país hay unas 18 unidades de atención a las víctimas a donde denunciar, además de dos casas de albergue donde las víctimas son resguardadas con sus hijos hasta tanto el agresor sea apresado y le sea impuesta una medida de coerción.

Sin embargo, a pesar de que la mujer de hoy en día tiene más conciencia de lo que es el maltrato, no se ha logrado reducir de manera significativa las víctimas, explica.
“Es hora de que la sociedad entienda que la violencia no es un problema de la fiscalía, es un problema de todo el mundo”, recalca Villa Camacho.

Propuestas. Para tratar el tema de la violencia de género entiende que hace falta un presupuesto protegido y mayor; una campaña seria de educación y de conciencia donde tanto hombres y mujeres sean parte integral y que abarque colegios, escuelas, iglesias.

Además que se logre un trabajo mancomunado donde se unan Gobierno central, alcaldías, sociedad civil y justicia.

“Como dicen los expertos que la violencia se aprende, y aunque desmontar esa conducta no es tan fácil, vamos a tratar de desaprenderla”, concluye la fiscal.