Vistas públicas: decisión sensata

Vistas públicas: decisión sensata

El Senado ha tomado la sensata determinación de disponer que sea aireado en vistas públicas el proyecto de Ley de Partidos que aprobaron los diputados. La pieza en cuestión dejaba intactos los factores objetables de la modalidad de ejercicio que han mantenido las organizaciones políticas desde que el país acogió como bitácora la democracia representativa. La falta de transparencia y fiscalización sobre el origen de las finanzas y contribuciones recibidas por los partidos es un factor de desconfianza que hay que desmontar.

Con esta resolución queda abierto al debate un proyecto contra el que han reaccionado importantes fuerzas de la sociedad, como asociaciones empresariales y grupos cívicos no partidistas. Es necesario recalcar que de convertirse en ley el proyecto tal como lo aprobaron los diputados, se perjudicaría hasta el saludable ambiente de negocios que el Estado trata de mantener para atraer inversiones de todo el mundo.

Las organizaciones políticas locales tienen que esforzarse por reconquistar la confianza perdida como resultado de su resistencia de más de diez años contra regulaciones sobre sus actividades. Es saludable que el proyecto de Ley de Partidos sea enriquecido con aportes de la sociedad, para que la nación obtenga como resultado una ley que sea garantía de transparencia en todos los sentidos.

USO IRRACIONAL DEL AGUA 

A pesar de la prolongada sequía causante del agudo déficit de disponibilidad de agua en todo el país, hay gente que continúa desperdiciando este elemento de manera irracional, asumiendo un comportamiento que pone en evidencia que no hemos sido educados para el ahorro y que ante esta conducta, la autoridad siempre amaga pero jamás da. En momentos en que se postergan cultivos, se secan las presas y se cuartean los suelos por falta de agua, es preciso racionar de manera estricta el uso de este recurso.

La CAASD y otras autoridades han advertido que someterán a la justicia a quienes desperdicien el agua. Ojalá así lo hicieran. Y aunque concluya la sequía, tenemos que ser enfáticos en educar a la población para que renuncie para siempre al derroche de este recurso vital insustituible.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas