Vividuras populares

Vividuras populares

Los franceses han experimentado todas las formas de gobierno. Han tenido monarquías; la dinastía de “los luises” la derrocaron en 1789. La Revolución Francesa se escribe con mayúsculas en los textos de historia, sociología y teoría política. Después de eso han pasado por la Asamblea, el Directorio, el Consulado, el Imperio. Otras revoluciones importantes se siguen escribiendo con minúsculas, como si las “manejara” publicitariamente la oposición. Más adelante, los franceses vivieron la restauración de la monarquía, el Segundo Imperio y varias repúblicas. La guillotina y el terror son trozos esenciales de su “vividura” nacional. Actualmente disfrutan de una Constitución que es, a la vez, parlamentaria y presidencialista.

Esta Constitución es obra del general Charles de Gaulle, un “líder indiscutido”, calificado de héroe por su resistencia durante la Segunda Guerra Mundial. Democracia es una palabra griega cuya etimología conocen todos los estudiantes; la definición del Presidente Lincoln: “gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo”, ha circulado en muchísimas lenguas. Sin embargo, los chinos, un pueblo de antiquísima cultura, carecían hasta hace poco de un ideograma que significara “república”. Tenían, claro está, un ideograma para gobierno. Después de cuarenta siglos de monarquías patriarcales les era difícil concebir el concepto de república en su integridad política.

En un escrito de Ortega, publicado en 1924, con motivo del bicentenario del nacimiento de Kant, se explica que fue necesario reunir tres grafemas para construir un ideograma en chino que significara república. Hubo que combinar “dulzura-discusión-gobierno”, tres ideas implícitas en la forma republicana de ejercer el poder. Las tres, ajenas a la “vividura” del pueblo chino. La historia de los chinos ha condicionado la democracia y el socialismo. Lo mismo ha ocurrido en Rusia con la tradición autocrática de los zares.

Los haitianos se independizaron en 1804; antes que los demás pueblos de la América hispánica. Sus gobiernos han sido tiránicos y “vitalicios”. Esa es su “vividura”. Ellos expresan en creole su íntimo pensamiento político: “contitisión se papié; bayonet se fer”. La constitución es papel; la bayoneta es hierro. Por eso es tan difícil trasplantar las instituciones políticas de un país a otro. La cultura de cada comunidad transforma cualquier modelo político abstracto, adaptándolo a su propia “vividura”.

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