En un país en que el poder de compra de la mayoría de las familias prohíbe la adquisición de casa propia, constituye un gran salto de justicia social que se destinen 10,000 millones de pesos del encaje legal de la banca comercial para la financiación de viviendas de bajo costo con tasas de interés blandas y plazos cómodos. La resolución emitida por la Junta Monetaria el 26 de marzo de este año, además de un gran impacto social, habrá de imprimir mayor dinamismo al mercado inmobiliario del país.

Uno de los elementos más perturbadores de las enormes desigualdades sociales existentes en el país es el gran déficit habitacional que tiene entre sus principales blancos las capas más bajas de la sociedad. La poco equitativa distribución del crecimiento de la economía, aparte de que no ha generado empleo digno, ha hecho descender a la clase media por la pérdida de poder adquisitivo, lo que aleja cada vez más a sus integrantes de la posibilidad de adquirir vivienda propia.

De manera que esta iniciativa de facilitar créditos blandos para viviendas de bajo costo viene a resultar un paso importante en el combate de la pobreza en que está sumida una fracción mayoritaria de la familia dominicana. Corresponde hacer todos los ajustes y previsiones necesarios para evitar eventuales distorsiones en este importante proyecto de interés social.

VULNERABILIDAD PREOCUPANTE

Para introducir drogas en un avión comercial estacionado en el Aeropuerto Internacional de Las Américas (AILA) hay que tener complicidades de nivel importante. Y más si en vez de uno son tres los aviones a cargar. En esa terminal operan varios organismos de seguridad especializados para encarar todo tipo de contingencias, con mucho énfasis en prácticas como narcotráfico. ¿Cómo es posible, entonces, que tres aviones salidos del AILA pudieron llevar sendos cargamentos de drogas hasta el aeropuerto Kennedy, de Nueva York?

El suceso es como para remover los altares en el AILA, hasta detectar las ramificaciones de complicidad. Nuestro país no puede darse el lujo de permitir que se relaje con tal desparpajo la seguridad en una de sus terminales aéreas emblemáticas. La investigación debe ser efectiva y concluyente.