Volatilidad en los pronósticos de crecimiento regional

Volatilidad en los pronósticos de crecimiento regional

Cuando se le da seguimiento a las expectativas de comportamiento de las economías, en este caso las de América Latina y el Caribe, en el ciclo de un año, uno no puede sino sorprenderse del gran margen de error que tuvieron los principales organismos económicos internacionales cuando anunciaron sus primeros pronósticos e, incluso, cuando, pasados unos meses, empezaron a hacer correcciones. Es cierto que las variables económicas son volátiles pero no hay dudas de que “algo” no funciona bien. En buena medida es que las “percepciones” de esos centros de pensamiento internacional están matizadas por visiones optimistas o pesimistas y estas, en ocasiones, dependen de factores no necesariamente económicos.

De acuerdo con un informe de la ONU de varios meses atrás en el 2013 la región crecería un 3.9%, con lo cual superaría el 3.1% del 2012 aunque quedando lejos del 4.3% del 2011 y más distante aún del muy bueno 6% del 2010. El mismo documento situaba en 4.4% el resultado del 2014. Sin embargo, un poco antes había señalado un 4.4% para 2013 y un 4.7% para el 2014. Por su parte la CEPAL había anunciado en enero de este año un 3.8% para el cierre del año; en abril rebajó su estimado a 3.5%, hace unos días a 3% y para 2014 “un poco mejor” que el 2013. En marzo del 2013 el Banco Mundial dijo que el crecimiento del PIB sería del 3.5% y que el promedio hasta el 2015 rondaría un 4%. Para el FMI, por otra parte, el crecimiento que esperaba para la región en 2013 era, en enero, del 3.6% el cual bajo en abril al 3.4%. El Banco Interamericano de Desarrollo – BID – reporta que entre el 2003 y el 2007 el crecimiento promedio de la región fue de 4.8% pero que para el quinquenio 2013 – 2017 se espera un 3.9%.

En el decenio de los 80 y los 90 el crecimiento de al región fue de apenas un 2% y en la primera década de este siglo ha estado rondando un 4%, lo cual resulta insuficiente – aunque ha estado un punto por encima del promedio mundial – para poder garantizar un nivel adecuado y sostenible de desarrollo aunque ha ido incrementando su peso en la economía global. En 1990 la economía regional representaba un 6% del PIB mundial y en el 2010 alcanzaba el 10%.

No hay dudas de que la región ha estado disfrutando de un momento estelar en su historia económica debido a la creciente demanda internacional de sus productos básicos y los altos precios de los mismos pero tiene que, en ese contexto positivo, tomar acciones estratégicas: aumentar la informalidad laboral – el 56% del empleo en la región es informal – e incrementar la inversión en infraestructura la cual se coloca entre un 2.5 – 3 del PIB mientras que en Asia está entre el 6 – 7 %. Además debe incrementar sus exportaciones de servicios con valor agregado y sacar mejor provecho de los precios privilegiados coyunturales de sus productos básicos.

 

 

 

Publicaciones Relacionadas

Más leídas