HOUSTON. ¿Oyes eso? Ese es el sonido de lo inevitable.
Ambos equipos jugaron 82 juegos, y ambos jugaron cinco en la primera ronda y cinco en la segunda.
En las finales de la Conferencia Oeste, será el enfrentamiento del que se ha hablado durante toda la temporada, dos trenes en la misma pista uno frente al otro, listos para una colisión: Golden State Warriors vs. Houston Rockets, con un viaje al Finales de la NBA en juego.
Comenzó en la noche de apertura de la temporada, con los Rockets venciendo a los Warriors 122-121 después de que se dictara que lo que parecía ser una canasta ganadora de Kevin Durant llegó justo después de la bocina.
Dos reuniones más, una victoria de 124-114 de los Warriors en enero y una victoria de 116-108 de los Rockets dos semanas después tienen el escenario listo. Los tres juegos fueron cerrados, intensos y competitivos. Y lotres produjeron mucho drama.

Los Warriors eliminaron a los Rockets en cinco juegos en los playoffs de 2015 y 2016, provocandoque el gerente general de Houston, Daryl Morey, reconsiderara su plantel con sus miras inclinadas hacia la Bahía. ¿Cómo podría rodear a James Harden con los tipos de piezas capaces de vencer a los Warriors cuatro veces? La forma en que los máximos sembrados Rockets jugaron durante la temporada regular, y la mentalidad con la que han operado, les da confianza.

«Creo que se supone que no debo decir eso, pero básicamente estamos obsesionados con ‘¿Cómo derrotamos a los Warriors?'», Le dijo Morey a Ryen Russillo de ESPN en diciembre. «Lo calculamos, es como un 90 por ciento si vamos a ganar un título, tenemos que vencer a los Warriors en algún momento. Muchos de nuestros fichajes y lo que hacemos durante el año se basan en eso.
La mayor parte de nuestro tiempo simplemente nos damos cuenta de cómo podemos derrotar a los Warriors en siete juegos.