El senador Wilton Guerrero, de Peravia, felicitó ayer a la Dirección General de Impuestos Internos (DGII) por intervenir dos comercios, uno propiedad de su hija y el segundo de su exesposa y actual gobernadora de la provincia, Nelly Melo, en el que él tiene el 50% de las acciones y, de paso, aclaró que en ninguno de los casos se trata de evasión de impuestos.
Precisó que felicita a ese organismo recaudador del Estado por su determinación de aplicar la ley a todas las personas físicas o morales, sin ninguna excepción.
Dijo que aunque tiene un 50 por ciento del patrimonio de uno de los dos negocios, está desvinculado de la administración del mismo desde el 2006, cuando llegó al Senado por la provincia Peravia.
Refirió que se pasa años y ni siquiera les hace una visita de cortesía a esos comercios, uno que es una tienda por departamentos propiedad de su hija Aidé Guerrero, que es pastora de una iglesia evangélica; y en el otro él tiene un 50% de las acciones.
Este segundo comercio, explicó, lo administra su ex esposa, señora Nelly Melo, que es la gobernadora de la provincia.
Señaló que lleva ocho años separado de la señora Melo, madre de sus hijos, y ha dejado que ella administre el negocio.
Consideró que la DGII debe continuar actuando sin ningún miramiento y añadió que lo mismo debían hacer también otras instituciones, entre las que citó el Ministerio Público, la Dirección General de Aduanas (DGA) y la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD).
El senador Guerrero sostuvo que esas instituciones deben medir a todos los ciudadanos con una misma vara.
No hay evasión. El legislador del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) dijo que en ninguno de los dos casos la intervención de la DGII es causada por evasión de impuestos.
“No es por evasión de impuestos, sino por incumplimiento de los deberes formales de la administración tributaria. En específico: la no entrega de documentaciones requeridas a la DGII y la no aplicación de la resolución tecnológica, como son las impresoras fiscales”, precisó.
Lucha anticorrupción. El senador Guerrero reafirmó su vocación de lucha contra la corrupción, la impunidad y otros males que laceran la sociedad.
En tal sentido, el legislador expresó que ha sido coherente toda la vida en la prédica y práctica contra esos males.
Guerrero manifestó que es un moralista porque esas fueron las enseñanzas que aprendió de sus padres, de sus maestros y del profesor Juan Bosch.

Dijo que en su condición de propietario del 50% de uno de los negocios intervenidos por la DGII, le reclama a la administración del mismo que aplique las normas reclamadas por la referida institución recaudadora del Estado.