Yordano Ventura fue el protagonista de la semana, después del pleito con Manny Machado. Ventura fue muy criticado aquí y allá. Ya transcendió a los llamados “hot dogs” del béisbol.
Antes de entrar con críticas ácidas tenemos que estudiar a Yordano. Vamos a investigar, ¿qué pasó en la niñez de Ventura? ¿Qué problemas enfrentó cuando era un adolescente? Quizás sea un simple joven malcriado o inquieto. ¿Qué dicen sus amigos de infancia? Para juzgarlo, tenemos que evaluarlo. Una gran cantidad de jóvenes dominicanos que salen de sus pueblos de la mano del béisbol tienen problemas de formación hogareña y eso lo manifiestan cuando suben al big show.
Hay muchos casos de dominicanos y latinos que no se adaptaron al impacto social y económico que brindan las mayores.
Mantengo mi teoría de que mientras Ventura mantenga el promedio de su recta en 96 millas por hora, lanzará en las mayores. El día que su recta baje quedará fuera del negocio. Todo lo aguantan hasta que tus condiciones bajen. Hay cientos de ejemplos en los deportes profesionales, Yordano no será el primero ni el último. El nativo de Samaná necesita orientación urgente y la responsabilidad la tienen los Reales de Kansas City si quieren mantenerlo en su escuadra.
Irrespeto a Marichal
El más grande lanzador dominicano de todos los tiempos merecía otro tipo de acto que el realizado esta semana en el estacionamiento del estadio Quisqueya donde develizaron la estatua de 2.2 millones de pesos.
Marichal entró al Salón de la Fama del Béisbol en 1983, se instaló la estatua en el AT&T Park en el 2005 y en su país deciden colocar una estatua con su nombre en el 2016. Entendemos que esa actividad debió hacerse en medio de la temporada de béisbol previo a un un juego de Escogido-Licey, teniendo hombres como Felipe Alou, Julián Javier, Manuel Mota, presentes. En el acto estuvo ausente el protocolo propio para este tipo de evento.